Joven representante del sector agrícola en la región de Hermosillo, Jorge Mazón Salazar ha visto un gran cambio en el sector con la entrada de la nueva generación al campo sonorense, que le ha inyectado tecnología y responsabilidad social en su labor del día a día.
Uno de los fundadores de Agrícola Los Titanes, proveniente de una de las familias más influyentes en el estado, comenta en entrevista con Bien Informado que las enseñanzas de su abuelo las mantiene vivas al recordar una de sus frases: “Si no estamos para servir a los demás, ¿para qué estamos?”.
Mazón Salazar es la tercera generación de agricultores, una actividad que enamoró tanto a su abuelo como a su padre y ahora a él. Jorge Mazón Salazar empezó
con Agrícola Los Titanes al terminar la carrera de contaduría pública y finanzas con sus hermanos y con su amigo y socio Germán Pavlovich Romo, quien también proviene de una tercera generación de agricultores.
“Rentamos un campo, sembramos trigo en el primer año. Eso fue en el ciclo 2001-2002, y en 2002 tuvimos nuestra primera cosecha. Platicando con mi papá, me dijo que la agricultura estaba muy difícil; el grano estaba en una etapa complicada de precios bajos, muchos problemas de enfermedades. El margen estaba complicado”, explica.
Sin embargo, fue el consejo de José Romero, mayordomo y amigo de su abuelo de toda la vida, lo que lo motivó a seguir adelante. “Éntrale, Jorge, trabajando se pueden las cosas”, le dijo Romero.
Don Juan Antonio Pavlovich también los motivó.
Tras el primer ciclo, Jorge Mazón Salazar decidió estudiar la maestría y Germán Pavlovich se hizo cargo del negocio durante el siguiente ciclo. En 2003, después de empezar la segunda cosecha, se constituyó formalmente la Agrícola Los Titanes, con el plan de que fuera un proyecto propio en conjunto, aparte de los negocios familiares de cada uno.
Aprendizaje
Con visión de aprender sobre el negocio agrícola, Jorge Mazón le pidió la oportunidad a su tío Roberto Mazón para trabajar en su agrícola.
“Me invitó al puesto de director general de la parte agrícola que tenemos en Sonora del Negocio Agrícola San Enrique, que también tiene actividad en Baja California. Estuve tres años y aprendí mucho.”
A Mazón Salazar le tocó la reconversión del negocio hacia el nogal. La agrícola era muy fuerte en grano, trigo, garbanzo y alfalfa, que usaban para alimentación de vacas lecheras.
Fue ahí donde, por la seguridad financiera de la empresa, decidieron apostarle al nogal.
“El nogal lo siembras y se tarda siete años en producir, o tienes que tener la suficiente agua y que te pague la paciencia y el tiempo de producirlo. A mí me tocó sembrar las primeras 250 hectáreas. Ahora ya tiene más de mil 500 hectáreas en el estado. Fue un crecimiento muy grande”, detalla Jorge Mazón, que aún continúa en el consejo de los negocios de su familia.
Negocio propio
Su experiencia en la agrícola familiar le sirvió para sus futuros negocios. En 2007, el agricultor decidió buscar mayores oportunidades con su socio para su propia empresa.
En 2007 se les acercó Carlos Julián García, amigo también de su abuelo y conocido agricultor propietario de dos campos importantes.
“Carlos Julián, en una reunión con la Asociación Agrícola Hermosillense, se acercó y me dijo: ‘Mira, yo no quiero vender, pero ya estoy llegando a la edad (…) y si a alguien le vendiera, sería a un nieto de don Enrique Mazón (…) Yo sé que mis campos no se van a echar a perder en manos de un nieto de don Enrique. A ti sí te vendo.”
Fue entonces que con apoyo financiero se buscó la oportunidad de comprar el campo de don Carlos Julián García, quien sembraba granos y contaba con una huerta de naranja de 140 hectáreas.
El campo, explica el agricultor, se los vendieron con ‘llave en mano’, trabajado y con maquinaria. Aquí, además de granos y naranjas, se sembraron 50 hectáreas de nuez pecanera.
En ese ciclo a la agrícola le fue muy bien, tanto que tuvieron para pagar los compromisos a largo plazo.
El empresario explica que invertir en el agua fue una oportunidad para crecer sus negocios.
“Fui de los primeros en comprar volúmenes (de agua) muy fuerte, cuatro o cinco pozos, porque veía el área de oportunidad. Estaban a 150 mil dólares. Ahora pueden llegar a venderse hasta 10 veces el valor de lo que compré mi primer pozo. Fueron buenas oportunidades en aquellos tiempos”, detalla.
El empresario menciona que desde 2007 hasta el año pasado se pudieron cosechar 100 hectáreas y quedaron 80 en proceso.
Nuevas generaciones
Una de las cosas que reconoce Jorge Mazón Salazar, quien también es presidente de la Asociación de Organismos de Agricultores del Norte de Sonora, es la entrada de la generación joven al campo sonorense, la cual le ha inyectado frescura al sector.
“Se volvió a hacer ese amor por el campo. Somos un grupo de 15 agricultores muy unidos, compartimos consejo. No quiero perder la oportunidad de reconocer a los agricultores jóvenes en cambiar y meter nueva tecnología, sistematizar todo, emplear sistemas de riego, producir y escoger la oportunidad que les dé el mayor rendimiento y el mayor ingreso por metro cúbico de agua. Cuidar el agua”, señala.
Mazón Salazar explica que actualmente se tiene alrededor del 88.3 por ciento de la costa de Hermosillo con el sistema de riego presurizado. Esto, agrega, ha ayudado a detonar la zona.
(Bien Informado)