Corriendo el año de 1978, José Rafael Santana Correa (originario de Yucatán) llega junto a su esposa Herlinda Zevada Lizárraga y sus hijos, a Culiacán, Sinaloa, una persona emprendedora y experta en ventas instala en su hogar, un centro de servicio especializado en básculas.
Ya como una empresa formal, primero fue registrada como Santana Básculas y Equipos, se trasladan en 1985 a su primera sucursal donde crecieron y se dedicaron a satisfacer todas las necesidades de pesaje destinadas al servicio de la industria, comercio, ganadería y agricultura, tanto en su servicio como en producción de basculas.
Al pasar el tiempo, con las ganas de retirarse y pasar la empresa a la nueva generación, Santana Correa deja en 2007 a su hija Irma Santana Zevada la gerencia general de Santana Básculas y Servicios.
El gran reto
Un inicio nada facíl para Irma Santana Zevada con toda una vida dedicada al ramo humanitario, voluntaria y trabajadora del DIF Culicán, da un cambio radical a su vida y toma la dirección de la empresa, apoyada por su padre, hijos y colaboradores.
Irma Santana Zevada agradece al equipo de trabajo, el cual ya llevaba varios años en la empresa, por salir adelante. Y ahora con 10 años en la dirección, hace crecer la marca y continuar su vocación.
“Al inicio fue dificil que las personas confiaran en que Irma Santana se había quedado al frente de la empresa, pero ya tenemos 10 años y seguimos trabajando e innovando”
–Irma Santana Zevada, Directora general de Santana Básculas y Servicios
“Como todo, tuve altas y bajas, pero gracias a las buenas relaciones comerciales, a la fidelidad del personal y a la confianza de nuestros clientes hemos crecido en muchos aspectos. Nunca imaginé que llegaría a estar al mando, pero con el tiempo he aprendido que hay que aprovechar las oportunidades que la vida nos presenta y además sigo aprendiendo de esta noble labor y aplicando mi gusto por conocer las necesidades de cada cliente que conozco”, recalca Santana Zevada.