Académico, político, hombre de familia y también empresario son las facetas de Héctor Melesio Cuén Ojeda.
Hace 40 años inició su vida empresarial con su primer negocio, Laboratorios Cuén, en el municipio de Culiacán, siempre con el apoyo de su padre, Héctor Emilio Cuén Blancarte.
Su proyecto de vida fue siempre ser empresario al igual que su abuelo Melesio Cuén Cázarez.
Su vida empresarial inició meses después de recibirse como Químico Farmacéutico Biólogo en la Facultad de Ciencias Químico Biológicas de la Universidad Autónoma de Sinaloa, generación 1973-1978.
Llegó a tener 11 laboratorios, incluyendo la sindicatura de Quilá, en el municipio de Culiacán, y Pericos, sindicatura de Mocorito.
Lo interesante es cómo se preparó para ser empresario. Siendo estudiante, cada año realizaba estancias, tipo Veranos Científicos ; estuvo en el Instituto de Enfermedades Tropicales en los laboratorios de Enterobacterias, Inmunología, Parasitología y Citología Exfoliativa. Ademas, cursó veranos en el Hospital Infantil de México, el Hospital de la Mujer y la industria Farmacéutica Syntex, en esta última en los departamentos de Control de Calidad de Medicamentos y Desarrollo farmacéutico.
Asimismo, durante dos años estuvo practicando en el Laboratorio del Centro de Salud de Culiacán, a cargo del maestro Benigno Zazueta Amarillas.
Con esa formación y la confianza de su práctica profesional, inauguró su primer laboratorio clínico en octubre de 1978, sobre la calle Ignacio Zaragoza 264 poniente, en Culiacán.
Después, todo fue trabajo, trabajo y más trabajo. Fue fundador de varios grupos médicos, entre ellos la Unidad Médica del Noroeste, Polimédica de Especialidades, Unimédica de Especialidades, Labsin y Diagnóstico Nuclear de Culiacán.
Cuén Ojeda cuenta que su gurú siempre fue su abuelo Melesio, un hombre para él increíble, pues fue empresario, político y muy humano.