Hace ocho años, la vida de Julia García y de su esposo dio un giro radical que afectó su alimentación. Luego de la experiencia, decidieron seguir un programa de restauración de salud, donde se incluían alimentos naturales sin etiquetas de por medio. En el menú descubrieron que los comestibles se medían por porciones, no en kilos como se vende en otras tiendas.
Ver lo difícil que era acceder a pequeñas cantidades, le dio la idea a Julia García de crear un espacio donde las personas pudieran acceder a diferentes opciones de porciones de ingredientes. Entonces decidió fundar en mayo 2015, Santa Julia a granel.
El negocio funciona como una boutique de ingredientes orgánicos y naturales, sin empaque, sin mínimo de compra, donde los clientes vienen con sus propios recipientes para rellenarse con productos secos como superfoods, granos, semillas, especies, endulzantes y líquidos como aceites y miel cruda.
Muchos de los productos de Santa Julia a granel apoyan a productores pequeños, tanto locales como nacionales.