Aunque es un deporte que practican a nivel amateur padre e hijo, Jesús Alfredo Valenzuela Félix y Jesús Alfredo Valenzuela Zazueta, hoy la generación más pequeña de seis años, apoyado por su padre y abuelo, Marco Alfredo Valenzuela Alejandre, pone su apellido en alto y participa en torneos internacionales.
Marco Valenzuela Alejandre lo tiene claro: su jugador preferido es Phil Mickelson, lo que más le gusta del golf es el approach, siente mucha felicidad de jugar en torneos internacionales y quien le enseñó a jugar al golf fue su abuelo.
“Una tía me regaló unos bastones de plástico, y mi abuelo me vio y dijo ¡ah, es muy bueno¡, y mandó hacer unos palos de mi edad y me empezó a enseñar”. Así recuerda Marco su iniciación en el golf. Aunque fue un deporte que desde los dos años de edad le llamó la atención, fue a los cuatro años cuando empezó a practicarlo formalmente.
Para Valenzuela Félix, el golf es un deporte que requiere mucha disciplina, ayuda en la formación del carácter y, en el caso de su nieto,en su desarrollo físico y mental. Aunque ha dado clases, no se considera instructor, pero con su hijo y su nieto ha participado en su entrenamiento.
“Marco es un niño con mucho temple. Ha jugado con niños grandes, pequeños y en torneos importantes. Lo que más se trabaja en él, aparte de la técnica, es su seguridad, ya que es un digno niño de torneos”, menciona el golfista.
El padre de Marco, Alfredo Valenzuela Zazueta, señala que no es fácil que un pequeño de seis años se dedique a jugar a un deporte tan complicado, ya que se necesita mucha tenacidad, pero el amor al deporte que ha mostrado el pequeño golfista ha sorprendido gratamente a su padre.
“Lo que ha logrado es algo sorprendente, pero esto ha sido gracias a que la familia lo ha sacado adelante, encabezado por mi papá”
– Alfredo Valenzuela Zazueta, Padre de Marco
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