El liderazgo de Héctor Melesio Cuén Ojeda es un ejemplo para su hijo
Para mí el primer recuerdo de mi papá es su soporte: sus manos sosteniéndome o agarrándome las mías para que no cayera, invitándome a jugar, o impulsándome para hacer las cosas por mí mismo, cuenta Héctor Melesio Cuén Díaz.
“A los 17 años que decidí emprender mi primer negocio, siempre estuvo apoyándome , y hasta la fecha siento su fortaleza y empuje en cada una de las metas que me proponga, tanto en mi vida familiar y profesional”, recalca Cuén Díaz.
Para el joven empresario, el liderazgo de su padre ha sido posible por su calidad, calidez humana y la confianza que se genera con sus socios y clientes.
“Su inteligencia, esfuerzo y dedicación; la capacidad de generar ideas a través de una preparación continua y el conocimiento de sus mercados y clientes es lo que hace que estos sean exitosos e innovadores en cada una de los contextos en que se desarrollan“, señala.
Pero más que la parte profesional, Cuén Díaz añade que admira de su padre la administración del tiempo y prioridades, “pese a sus compromisos, siempre ha estado ahí apoyándome y asesorándome en estos 17 años que tengo como empresario, realmente empecé muy joven, y recuerdo su apoyo y palabras cuando me dieron la Antorcha de El Debate en 2006 como joven empresario del año;sus consejos y asesoría fue importantísima para que no me rindiera , o bien que no descuidara la disciplina por la fiesta u otros distractores propios de la edad.
“Creo que esto me ha valido para lograr posicionar mis empresas y obtener reconocimientos a nivel nacional, así como la expansión de la misma”, finaliza.