El presidente de Mexicanos Primero Sinaloa, José de Jesús González Sánchez, habla sobre un elemento que considera fundamental, la participación social en la educación.
Esta es imprescindible ya que genera un espacio de corresponsabilidad para impulsar el involucramiento de la comunidad escolar y lograr alcanzar objetivos comunes; además, permite que la sociedad forme parte de las decisiones, lo que legitima y fortalece los compromisos.
¿Qué es y en qué consiste la participación social en la educación?
La participación social en la educación es un derecho y una necesidad democrática, la cual implica que familia y escuela trabajen en conjunto; con respeto y comunicación para lograr objetivos comunes que impulsen el derecho a aprender de todas las niñas, niños y jóvenes.
¿Por qué es importante la participación de las familias?
Es decisiva para la conformación de comunidades de aprendizaje ya que las escuelas exitosas son aquellas donde existe una adecuada interacción entre la familia, la escuela y la comunidad. En este sentido, las familias tienen un papel preponderante puesto que forman parte del proceso de aprendizaje y desarrollo de los alumnos al facilitar su actividad pedagógica.
Involucrar mediante la participación social en la educación a todos los actores educativos genera múltiples beneficios para la comunidad escolar. Entre éstos destacan un sentido de pertenencia, impulso de una cultura más democrática que beneficia el rendimiento académico de los alumnos, la capacidad de enfrentar los abusos, la discriminación y prevenir la violencia escolar, así como ayudar a la seguridad de las escuelas.
¿Cuál es el reto para lograr que las familias participen y se involucren?
Son diversos los retos que enfrenta el sistema educativo para impulsar la participación social en la educación. Entre éstos, se encuentra fortalecer la figura de los Consejos Escolares de Participación Social en la Educación (CEPS) para convertirlos en detonantes de más y mejores ambientes de aprendizaje.
Un aspecto relevante, es que 89.2% de los CEPS cumplen con el registro todas las sesiones y asambleas, sin embargo, en la práctica han funcionado como una formalidad administrativa. Además, aunque existe normatividad federal, hasta el momento no se han publicado reglamentos locales que permitan sentar las bases para la formación continua de las familias que los apoyen a mejorar los ambientes de aprendizaje de las escuelas.