El involucramiento del director o dueño de una empresa en la cultura de responsabilidad social empresarial es la piedra angular para que la compañía cambie de fondo y sea de verdad socialmente responsable; es decir, que no quede sólo en un papel o en un distintivo material, sino que derive en un entendimiento de las ventajas de ser una ESR y en acciones concretas que impacten en el bienestar de los colaboradores, la comunidad y el medio ambiente.
Así lo expresa José Ernesto López Ceniceros, presidente de AccionaRSE, organismo que está evolucionando sustancialmente a un nuevo modelo de cultura empresarial, en el cual se inicia con la culturización del director de la empresa, acompañada de una métrica en la que se puede palpar, económicamente, el impacto positivo que esta cultura trae a las empresas.
“Lo que está haciendo AccionaRSE es generar una nueva manera de implementar la cultura RSE en las empresas, empezando por el director hacia abajo, y acompañarla de un sistema de medición del impacto económico que viene con esta cultura”, reafirma el presidente.
Error, verlo como una moda
Adentrarse en las prácticas de la responsabilidad social empresarial por moda o por obtener un distintivo y un logotipo lleva a que la empresa no vea ninguna retribución concreta.
“Cuando tú te enfocas solamente en el reconocimiento y no culturizas tu empresa ni haces acciones claras, contundentes y medibles en beneficio de tus grupos de accionistas (empleados, socios, clientes, comunidad), se convierte en algo muy tedioso, porque únicamente consiste en llenar un cuestionario, mandarlo e ir a recoger un distintivo de una Cultura que no estas viviendo, asevera López Ceniceros.
Sin embargo, asegura, una compañía que se preocupa por realizar bien las prácticas y se prepara con una cultura de RSE encontrará beneficios muy notorios y palpables, “y eso es el éxito de esta cultura empresarial”.