Para un mentiroso nunca falta un mentiroso y medio… Con la vara que midas serás medido… Como sea, pero en Miguel –el protagonista de la obra teatral La verdad, de Florian Zeller, protagonizado por Eduardo Santamarina- se lleva la lección de su vida y el público se lleva un montón de carcajadas con esta comedia de enredos presentada en el Teatro Lince de la Universidad Autónoma de Occidente.
Dentro de la Temporada de Otoño 2018 de la Sociedad Artística Sinaloense y el Instituto Sinaloense de Cultura, la obra teatral que dirige Benjamín Cann, fue protagonizada además por Mayrín Villanueva (Alicia), Rodrigo Murray (Pablo) y Gabriela Zas (Laura).
Con diez años de casados, Alicia y Miguel se ve perturbado por un secreto: Miguel tiene una amorío con Laura, la esposa de Pablo que, para colmo, es el mejor amigo. Para sobrellevar la situación, este miente descaradamente a la menor provocación, y lo malo es que una mentira lleva a otra y a otra para cubrir los flancos que una media verdad deja siempre al descubierto.
Todo va más a o menos bien, hasta que el par de amantes decide pasar un día fuera de la ciudad, pretextando a sus parejas que van por otras causas. Es así que con una llamada telefónica, Pablo sospecha que Laura no está nada con su tía y, aún más, que lo engaña.
Bueno, esas son solo las apariencias, porque a partir de ese momento, se desenreda una madeja medio complicada que implicará a los cuatro personajes, haciendo al final parecer a Miguel, el mentiroso empedernido, el peor dotado para mentir e incluso, una inocente palomita.
El caso es que al final ninguno saldrá bien librado.
A lo largo de la obra, los momentos para reír son constantes, las enseñanzas son múltiples en una historia amena y entretenida.