Reconocida en Sinaloa por su solidaridad, más de 60 años en la filantropía, Martha Ceceña de Beltrán es el ejemplo de hacer el bien, la empatía y la generosidad.
Iniciando en la vida de la labor social a los 13 años en el Hospital Civil de Culiacán, gracias al gran ejemplo de su madre que era voluntaria y le daba la tarea de ver casos y comentárselos, Ceceña de Beltrán sabe que lo único que se necesita para hacer labor social es disposición y ganas. Que el tecnicismo de hoy, vaya siempre unido al humanismo.
Dos de su grandes causas, una que acaba de cerrar fue “Capacitando con Valores IAP” (programa sin fines de lucro que ayudaba a las personas a cambiar su forma de pensar, actuar y hablar y rescatándolas para una vida mejor) y la que preside actualmente “Dona Vida” Consejo Pro Cultura de Donación de Órganos que por más de 17 años ha tenido la meta de dar esperanzas de vida por medio de trasplantes.
“Soy exageradamente positiva y creo todavía existe mucha gente buena”
–Martha Ceceña de Beltrán, Presidenta de Dona vida
Queremos convertir a nuestro Estado en el mejor lugar del país para recibir un órgano donado con el menor tiempo de espera y con las mejores condiciones hospitalarias.
Demostrar que Sinaloa no es un Estado de muerte sino de vida, aún después de la vida.
En palabras de la presidente de Dona Vida, la filantropía es la unión de muchos para hacer un bien para otros, sumándole empatía y generosidad. “En la filantropía se recibe más de lo que se da, yo siempre he dicho que Dios te regresa el 101 por ciento” finaliza.