Leticia Santos Castro cerró su periodo al frente del Instituto Municipal de Cultura de Culiacán (IMCU) contenta y satisfecha por los resultados obtenidos. La reestructuración interna del instituto, la atención a las colonias periféricas y sindicaturas y el involucramiento de la iniciativa privada en proyectos artísticos fueron las principales vertientes en las que se enfocó la hoy exdirectora de Cultura.
Santos Castro se abocó a acercar y reforzar la cultura en las sindicaturas y las colonias periféricas de Culiacán. Se crearon dos centros culturales comunitarios, el de Costa Rica y de Eldorado; y se remodeló y rehabilitó el del Valle de San Lorenzo, en Quilá.
“Fue un gran avance. La gente estaba ávida de tener cultura en sus comunidades y de tomar clases de diferentes disciplinas artísticas, pero que ya no fuera esporádico”, asegura.
El municipio cuenta con 17 bibliotecas, que refuerzan las actividades de los centros culturales en las sindicaturas.
Con la creación del Taller Municipal de Artes Escénicas, en el parque Ernesto Millán Escalante, se atiende a lo habitantes de diversas colonias de la zona sur, que se encontraba desatendida en materia de cultura.
“Hay clases para niños, adolescentes y adultos (…) El arte nos permite mucho canalizar las emociones. El teatro, por ejemplo, es un gran reflejo de la sociedad.
Nos falta usar más las artes para transformar”, expresa.
Participación empresarial
Leticia Santos trabajó muy de cerca con los empresarios locales para que apoyen e impulsen proyectos culturales. Y para incentivar y reconocer su participación, se instituyó el distintivo Empresa Amiga de la Cultura, apegado a lineamientos de la Unesco.
Gracias al involucramiento de la iniciativa privada, el IMCU obtuvo un 30 por ciento de recursos adicionales al presupuesto municipal para la cultura y las artes.