En los últimos años hemos vivido en México un gran cambio en las formas de cumplir por parte de los contribuyentes con sus obligaciones fiscales, la tecnología ha jugado un papel muy importante en este cambio.
Anteriormente la programación de las auditorías se realizaba a través de personas que analizaban las declaraciones presentadas por los contribuyentes intentando encontrar “irregularidades” en dichas declaraciones, o a través de ciertos mecanismos como denuncias o signos externos de riqueza de los contribuyentes y que eran incongruentes con lo declarado, es decir, lo que por muchos años ha prevalecido en México, empresas pobres, empresarios ricos.
En ese pasado, la contabilidad y la fiscalización era más “romántica”, en cuanto a lo contable, antes realizábamos pólizas, donde se cargaba y abonaba, ahora la contabilidad se ha convertido en una contabilidad electrónica, donde el cargo y el abono se sustituye por asociar XML’s; Cuando vendíamos algo, íbamos a un estante donde teníamos los blocks de facturas impresas y tomábamos una, a la cual le agregábamos el papel carbón y se lo poníamos a la copia y así realizábamos la factura, ya sea a mano o a máquina; ¿cuánto tiempo pasaba para que la autoridad se diera cuenta de que nosotros expedimos esa factura? La respuesta es mucho tiempo, o es más, tal vez nunca.
Las reglas del juego hoy han cambiado de manera drástica e importante, hoy por hoy, si vendemos algo, tenemos que seguir expidiendo nuestra factura, pero ahora esta última se llama comprobante fiscal digital por internet (CFDI) y antes de que mi cliente reciba la factura, el SAT sabe que nosotros la expedimos, sabe a quién se la expedimos, que le vendimos, a cuanto se lo vendimos y hasta como y cuando nos la pagaron, ese cambio es fundamental en la calidad de fiscalización que tiene el SAT.
Además, estas mismas reglas del juego funciona para todo los que compramos o todo lo que gastamos, es decir, el SAT también sabe a quién le compramos, cuánto le compramos, que le compramos y hasta cuanto le hemos pagado; y no solo eso, sino también pagos que realizamos no necesariamente a proveedores, también los conoce, como por ejemplo, todos los sueldos y salarios que pagamos, el propio pagador tiene que realizar un CFDI de nómina, los pagos de IMSS e Infonavit, impuestos locales, etc., también llevan CFDI, con esta información, básicamente el SAT conoce más menos, el 95% de mis ingresos acumulables y más menos el 95% de mis deducciones autorizadas, y en materia de impuesto al valor agregado básicamente tiene la información del 100% tanto del IVA cobrado como por el pagado por el contribuyente, por lo que hoy, ya no es necesario que una persona analice la información presentada en las declaraciones de los contribuyentes, hoy quien realiza ese análisis son “Robots” electrónicos vía equipos y sistemas de cómputo con un gran tino de las desviaciones que pudiéramos tener los contribuyentes con resultados fiscalizadoras tremendos para las autoridades.
Si a todo lo anteriormente comentado, le agregamos la obligación de enviarle a la autoridad la contabilidad electrónica, la ley de prevención e identificación de operaciones con recursos de procedencia ilícita (Ley Anti lavado), complementos de pago, ley FATCA, etc., pues la verdad que los contribuyentes deben de estar atentos a estas nuevas reglas del juego, pues es importante que tengamos el conocimiento necesario de las mismas, para poder jugar un juego con posibilidades de ganarlo, pues en la práctica, hemos visto a muchos contribuyentes que pretenden realizar las cosas como en el pasado, situación que nos coloca en una posición desventajosa ante las autoridades fiscales, y cuando me refiero a autoridades fiscales, no solo me refiero al SAT, sino también al IMSS, Infonavit, Gobierno del estado, etc.
Los países están evolucionando a eliminar el uso del efectivo y sustituyéndolo por herramientas tecnológicas como los QR (códigos de matriz de puntos bidimensionales) que, para realizar pagos, solo se lee el QR y se nos descuenta de las cuentas bancarias de las personas, pareciera que estamos muy lejos de ello, pero de verdad que está más cerca de lo que pensamos.
Me referiré a un sector de contribuyentes en especial, al sector Agropecuario. Estos últimos han sufrido una serie de cambios importantes en sus obligaciones fiscales, donde en el pasado, tenían muchas facilidades administrativas que facilitaban su cumplimiento, pero las autoridades se han ido metiendo como la humedad, poco a poco y sin que nos demos cuenta, nos han disminuido de manera importante esas facilidades.
En materia de trabajadores eventuales del campo (TEC) la operatividad normal de la actividad, vuelve sumamente complicado el poder cumplir de manera correcta con sus obligaciones tanto de seguridad social como de ISR, pero de nuevo comento, las reglas del juego cambiaron y tenemos que estar preparados para estas nuevas reglas del juego.
Hoy, la única manera que tengo para deducir para efectos de ISR los pagos que los empresarios agrícolas le realizan a los TEC, es cumpliendo entre otros, dos grandes requisitos: Afiliar a los TEC y timbrar los recibos de nóminas por los pagos realizados.
Esto conlleva algo muy importante, en el recibo de nómina timbrado, aparecen además de los datos de identificación de los TEC, los días laborados, el salario de cada día y el monto total del pago realizado en la semana, mientras que los avisos afiliatorios ante el IMSS deben de coincidir perfectamente con la información manifestada en los recibos de nóminas timbrados, situación que en muchas ocasiones los patrones no lo “cuidan” porque así lo han hecho siempre y nunca ha pasado nada… si, con las reglas del juego del pasado, pero con las nuevas reglas del juego, esto solo es cuestión de tiempo para que se dé una fiscalización electrónica, donde no habrá contacto con personas sino con programas y equipos de cómputo, evitando así, actos de corrupción o al menos, se complicarán mucho más las cosas.
Siempre he comentado que el que nada sabe, nada teme… pero esto de no saber, no nos exceptúa del cumplimiento de las leyes, por lo que en la medida que estemos con mayor conocimiento de las reglas del juego, en esa medida podremos estar mejor preparados ante esta realidad que ya está sucediendo, pero que es tanta la información que tiene la autoridad, que todavía no puede dar los resultados que se esperan en el corto plazo, así como las autoridades se vienen preparando cada vez más y además, actualizando sus herramientas tecnológicas, así igual, nosotros los contribuyentes debemos de hacer lo mismo, capacitándonos y actualizándonos constantemente, no solo técnicamente, sino también tecnológicamente.