El trabajo, dedicación y responsabilidad han sido piezas claves de su éxito empresarial, pero lo más importante para Víctor Flores Arenas, director de Sertes, es ser honesto con los clientes y responsable con las más de 100 familias que dependen de la empresa.
En conjunto con sus tres hijos siendo parte de la compañía, comparte con ellos la visión de crear una empresa sólida para el patrimonio familiar.
Ser padre significa para Víctor Flores Arenas la oportunidad de hacer que sus hijos, primero sean libres, sean felices y decidan por ellos mismos.
¿Qué persona de su familia ha sido la que más le ha enseñado de la vida?
Indudablemente mi padre. Fue el que me dio los valores, me enseñó a trabajar y desde niño me adoctrinó para ser alguien en la vida. Es todos los días levantarme desde muy temprano para empezar algo por la vida y por la meta que me he trazado.
¿Cómo aprendió a establecer prioridades, en específico a equilibrar familia-trabajo?
En el ramo en el que me he manejado es difícil, pero siempre lo primero es la familia. La prioridad siempre fue y sigue siendo conservar la unidad familiar.
¿Cómo ha sido compartir su viaje del emprendimiento con sus hijos?
He tratado de hacer una empresa familiar en la que tengan posición y cabida cada uno de mis cuatro hijos. Afortunadamente los tres que ya son profesionistas han querido seguirme. Mi visión siempre fue ampliar Sertes y con ellos la empresa tuvo un crecimiento del 650 por ciento.
¿Qué legado familiar le deja a las futuras generaciones?
De nada sirven los éxitos, si no hay alguien a quien se los puedas dedicar. Tengo una muy buena esposa, porque con defectos y dificultades me comprendió, guió y me dio una familia. Si tuviera que dar algún consejo sería: no cuides tanto tus pesos, cuida más a tu familia.
El ejemplo a seguir de la familia Flores
Sin lugar a dudas Manuel y Cindy Flores Lizárraga ven a su padre como el ejemplo de que con poco se puede formar todo un legado empresarial.
El trabajo, la disciplina y el ejemplo son factores que han aprendido de su padre y que ponen en práctica para el crecimiento empresarial de su patrimonio.
Cuando estaba escogiendo la profesión que quería estudiar, ¿qué le aconsejaba su padre?
Cindy: Creo que lo que le hubiera dicho a mi papá que quería estudiar, él me hubiera apoyado. Siempre en lo que yo le decía que quería hacer él me aconsejaba con ideas para proyectar en el futuro. Pero siempre me ha dicho que en lo que haga tengo que ser la mejor.
¿Cuál es el consejo que más valora de su padre?
Manuel: El ejemplo que me han dado mi padre y mi abuelo fue el buen trabajo. A lo mejor no me lo han dicho con palabras pero con hechos me lo demostraron.
Él siempre me dice alma, vida y corazón en lo que hagas.
¿Fue difícil ingresar a trabajar bajo la dirección de su padre y qué expectativas tenía?
Cindy: Llegué, a diferencia de mis hermanos, cuando la empresa ya tenía una buena organización y contaba con mayor capital humano. Primero entré a Mercadotecnia y luego a la Gerencia de Recursos Humanos. Al principio fue complicado separar que en la oficina no eran ni mi papá ni mis hermanos pero con el tiempo nos hemos acomodado bien.
¿Qué es para usted trabajar en el patrimonio familiar?
Manuel: Una gran responsabilidad y presión. Cuando recién entre no tenía el miedo a perder algo y no valoraba el riesgo. Pero ahora pienso las cosas, tengo hijos, mi hermana tiene hijos, mi otra hermana se va a casar y todos dependemos del crecimiento de Sertes.
¿Cuáles son las aportaciones que ha brindado a la empresa?
Manuel: Participé en formar una estructura empresarial, la cual no existía. Soy ingeniero en mecatrónica y al principio participé mucho en la parte técnica. Actualmente sigo aportando en esa parte pero me dedico también a la venta.