Para Wilfredo Acosta Salazar el éxito es disfrutar del camino, y por medio de constancia y disciplina llegar a la meta. En su viaje tanto de vida como empresarial lo acompaña su hijo, Alan Acosta Quintanilla; y juntos han logrado consolidar una reputación dentro de la industria.
¿Qué persona de su familia ha sido la que más le ha enseñado de la vida?
Wilfredo: No es fácil definir quién de mi familia me ha influenciado más. En diferentes etapas se va aprendiendo, primero de mis padres, de mi hermano, luego de mi esposa y posteriormente de mis hijos. Todos me han enseñado mucho.
¿Cómo aprendió a establecer sus prioridades, en especifico a equilibrar el factor familia/trabajo?
Hay que tener siempre muy bien establecidas las prioridades, no se deben cruzar ni suplantar una con otra. Si tienes bien claro lo anterior, puedes manejar lo que sea.
La familia tiene su lugar y su tiempo preponderantes. Del mismo modo al negocio (como segundo pilar) se le debe un lugar, dedicación y tiempo especial para hacerlo exitoso.
¿Cómo ha sido compartir emprendimiento con sus hijos?
He tenido la fortuna en diferentes momentos de compartir experiencias profesionales con todos mis hijos, a excepción de uno que es biólogo marino. Todas esas experiencias han sido ricas y halagadoras. Con Alan tengo 15 años trabajando juntos y es una enseñanza muy rica en muchos aspectos.
¿Cómo administrar una familia empresaria y una empresa familiar?
Además de los valores y principios que se inculcan en la familia, formar a los hijos como excelentes personas y como excelentes profesionistas en la carrera de su vocación, es lo que se debe tener muy claro para que ambas sean exitosas.
“Mi papá fue desde el origen del despacho una piedra angular”
Alan Acosta Quintanilla califica la relación laboral con su padre como excelente desde el inicio. Él con hambre, juventud y ganas. Willy con todo el conocimiento y sin duda la experiencia del sector empresarial. Estos fueron los activos más importantes con los que arrancó Acosta Asesores.
¿Cómo define a su padre?
Alan: Mi papá es una persona muy trabajadora, ordenada y disciplinada en todo lo que hace. Sabe manejar sus relaciones públicas y a lo largo de su vida ha sabido mantener el éxito.
¿Cómo es trabajar bajo la dirección de su padre?
Trabajar con él ha sido en verdad una muy buena experiencia. Los términos de la sociedad fueron claros desde el principio, así como las funciones que tendríamos cada uno. Pero más que una figura de autoridad, yo lo veo como ejemplo de liderazgo y compañerismo, indispensables para lograr un buen equipo. Parte nuestro éxito se basa en el respeto y reconocimiento de nuestras virtudes, hemos confiado mutuamente en nuestros estilos de trabajo y coordinado en todas las decisiones importantes del negocio.
¿Cuál es el consejo que más valora de su padre?
Uno de los consejos que tengo siempre muy presente es: “Tú trabaja bien, haz las cosas bien como deben ser y los resultados se van a ir dando solos. Al que trabaja bien y empuja el lápiz y se esfuerza, los resultados le van a caer por consecuencia. Tú dale.”
¿Qué es trabajar en el patrimonio familiar?
Una bendición, una experiencia de vida. Formar un patrimonio, cuidar una empresa y todo al mismo tiempo. Es un reto y el mayor compromiso, velar por sus intereses y hacerlos crecer. Y no sólo por mi familia de sangre sino por todo el equipo.