La osadía de Fernando Castro Armenta y compañía sólo se equipara con el tamaño de su hazaña. Vender hielo a los esquimales es un juego de niños comparado con el reto de vender marisco a los sinaloenses. “Estamos conscientes que para lograr el éxito es necesario tropezar, pero cuando aprendes a convertir esos descalabros en oportunidades descubres que de eso se tratan no sólo los negocios sino la vida misma. Estamos disfrutando cada paso del proceso”, comparte Fernando.
De la Costa Mariscos ha conseguido evolucionar, diversificar, expandir y posicionar su propuesta de manera exponencial. “La verdad no la pensamos mucho, las cosas se dieron y se siguen dando de forma natural. Somos de La Reforma, Angostura, por lo que podríamos decir que tenemos una tradición y siempre hemos estado en contacto con la industria sobre todo camaronera. Y pues mi mamá es experta cocinando todo tipo de mariscos, así que pues ella es la clave de nuestro éxito”, señaló.
Del mismo modo el entrevistado no perdió la oportunidad de compartir el próximo paso de su acelerada carrera: “Estamos por inaugurar un restaurante en forma donde los clientes puedan quedarse disfrutar de un menú aún más grande. Eso será incluso antes de abrir otro punto de venta”, finalizó.
¿Cómo descubriste tu vocación?
Para ser sincero, no puedo decir que toda la vida soñé con tener un negocio, pero siempre quise hacer algo importante, algo que se hiciera notar, algo que ayudara a los demás, algo que resolviera un problema en la sociedad. Tuve la oportunidad de estudiar una Maestría en Dirección de Negocios y eso me ayudó a esclarecer más esa idea que tenía. Años después, trabajé en el área de ventas en una empresa de publicidad y fue ahí donde me di cuenta de lo que quería realmente hacer.
¿Cómo defines el éxito?
La economía es muy importante, y una de las principales razones por las que alguien decide abrir un negocio es esa, ganar dinero, pero eso no lo es todo, para mi, ver salir a un cliente contento y satisfecho de nuestro negocio y a los días verlo volver, eso es tener éxito.
¿Cuál fue el error del que has obtenido el aprendizaje más importante?
El no escuchar y entender las necesidades de nuestros clientes. Al principio, todos creíamos tener la razón, poco tiempo después nos dimos cuenta de que el cliente es lo principal y lo más importante, los tiempos cambian, al igual que sus necesidades. Hoy en día enfocamos gran parte de nuestro esfuerzo en analizar y entender a nuestros clientes, y con base en eso, tomar decisiones.
Si volvieras a empezar, ¿Cambiarías algo de tu vida profesional?
Definitivamente no, estoy firmemente convencido de que cada paso que he dado, tanto en mi vida personal, como profesional, ha sido por algo y para algo, seguimos aprendiendo todos los días.
¿Qué habilidades o competencias crees que debe tener un emprendedor?
Capacidad para identificar oportunidades y aprovecharlas. Visión, identificar cambios y adaptarse. Perseverancia y paciencia. Perder el miedo, arriesgar, confiar. Buscar siempre algo nuevo que hacer o mejorar. Enrolarse con personas con intereses similares y aprender de ellas. Buscar siempre hacer el bien, ayudar a los demás.