A sus 15 años de edad, Marcelo Kenji Hisaki Itaya, comenzó de lava losas en un restaurante de comida china; hoy a sus 29 años se prepara para representar a México en los preliminares hacia el equivalente culinario de los Juegos Olímpicos, el “Bocuse d’ Or Américas 2020” para ganar su pase a la final en Lyon Francia.
Tal es la magnitud de esta competencia que países como Noruega han gastado cerca de 95 mil euros solo en las etapas iniciales.
“Nuestra meta es dignificar la cocina mexicana frente al mundo para que los cocineros dejen de tener el peor salario pagado en el país”, comparte el chef Marcelo Kenji Hisaki.
Su mejor carta de presentación es el restaurante Amores Cocina de Interpretación en el centro de Tecate, mismo que ha fundado junto con su esposa la chef Reyna Venegas desde hace seis años.
Democratizar la comida de autor, dignificar el oficio de cocinero y restaurar el tejido vulnerable social desde las artes culinarias, reflejan la filosofía gastronómica de todo el equipo que integran su cocina.
DE AUTODIDACTA A CANDIDATO DEL BOCUSE D´OR
Marcelo Kenji Hisaki Itaya comenzó tocando puertas hasta llegar al restaurante de ultra vanguardia Oca del chef Vicente Torres quien fue parte fundamental en su carrera.
Posteriormente ganó una beca para estudiar con los mejores chefs en Montecarlo, Mónaco por seis meses gracias la Fundación Turquois.
Este año Marcelo Kenji y Erick Zetina fueron ganadores de la representación de México en la Copa Vatel para ir al mundial de gastronomía en el 2020 como candidatos del Bocuse de Oro.
ASÍ SERÁN LOS RESTAURANTES EN EL FUTURO
Robots meseros, restaurantes automatizados, órdenes desde una pantalla, tu comida servida a través de un circuito de cintas transportadoras, un brazo mecánico preparando un café.
Lo anterior no es ciencia ficción, es lo de hoy. Afirma el maestro de la Culinary Art School, quien explica que la industria restaurantera se está vertiendo por dos ríos completamente distintos. Una en donde la tecnología desplaza la relación humana y la otra es restaurantes teatrales donde todos son actores de una pieza de arte, cual galería.
“Nosotros consideramos que la cocina es la segunda industria con más estrés que existe después de la milicia. Es por eso que los restaurantes en Japón implementaron el autoservicio porque sus meseros desarrollaban trastornos de personalidad. Nuestro sueño es que todos los cocineros que integran el restaurante llegasen a colaborar como si fuera una obra de teatro en donde todos tienen la oportunidad de expresar y compartir sus interpretaciones a través de un platillo culinario”, finaliza.
(Estefany Maya / Bien Informado)