Rosalina y José llegaron a Culiacán en 1990 sin más garantías que una modesta carretilla repleta de sueños y una convicción a prueba de balas. Tres décadas, cinco sucursales y 160 empleados después, la historia de esta pareja oriunda de Guamúchil es ejemplo vivo de superación y del auténtico espíritu emprendedor “hecho en Sinaloa”.
Su receta goza de un lugar especial dentro de la oferta gastronómica de las ciudades donde Cabeza de res “La Única” tiene presencia y son los fiesteros (aquellos que de amanecida buscan un consuelo a su “cruda realidad”) sus parroquianos más devotos.
“José aprendió la receta en Sonora pero sentíamos que algo le faltaba, así que le fuimos agregando y quitando cosas para adaptarla a nuestro gusto y así hasta llegar al sabor que tanto nos identifica”, compartió Rosalina.
Nueva era
Servando López López, graduado en food service management, se incorporó a la empresa familiar bajo el reto de innovar en la industria del alimento, los principales cambios en La Única: recetas, estandarizar y profesionalizar procesos y mejorar y estructurar el servicio. El director general ha seguido la escuela de sus padres, humildad, honestidad y pasión por lo que hacen. Para tratar de manera justa y digna a cada uno de sus colaboradores y clientes.
La compañía actualmente se encuentra preparando los detalles para la futura exportación de salsas y productos cárnicos empaquetados al alto vacío.