Con un tema de sumo interés no solamente para las empresas, sino para las instituciones de corte cultural y los creadores, el escritor y periodista Ulises Cisneros planteó las bondades de la “Gestión cultural como ejercicio de la responsabilidad social” durante la edición 30 del programa AMMJE Cultural, que realizan en colaboración la Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresa y el Instituto Municipal de Cultura Culiacán.
En la espaciosa galería de la biblioteca Rosa María Peraza, se desarrolló la charla del periodista quien expuso, entre otras reflexiones, que para muchos empresarios este es un tema muy árido pero que, al final, es un proceso que les genera posicionamiento y liderazgo social a sus empresas y un gran beneficio a la comunidad.
La responsabilidad social es una estrategia como agente de desarrollo social de las comunidades, señaló. En términos de gestión cultural, agregó, la gestión cultural resuelve problemas a través de proyectos culturales, demandando la participación activa y las alianzas, mejora la vida de las personas y contribuye al bienestar social.
Para las empresas, explicó Ulises, el valor agregado de la gestión cultural es que les genera beneficios positivos en términos de reputación, credibilidad, confianza, solidez e imagen ante los clientes y la sociedad. Mientras que al interior, provoca en los trabajadores motivación, productividad, refuerza los talentos, mejora el clima laboral y les da identidad. Por donde se vea, son muchos e importantes los beneficios que por igual reciben empresas y sociedad.
Entre el público, el cronista Luis Antonio García comentó que los creadores y las empresas han desaprovechado la parte de los estímulos fiscales, la deducción de impuestos por apoyo a proyectos culturales. En otro momento, Ana Ferral, coordinadora de Cultura de AMMJE, cuestionó por qué a las empresas no les interesa apoyar la cultura.
Por su parte, Victoria Tatto quien ha emprendido un largo y pedregoso camino en su proyecto como empresaria cultural, expresó que es un proceso difícil convencer a los empresarios de que la cultura no es un lujo: “la cultura es un detonador importantísimo de desarrollo social, se necesitan nuevos esquemas de desarrollo cultural y las empresas ahí tienen mucho que hacer”.
Ante la participación de los presentes en el tema, cada uno opinando desde sus propias experiencias, Ulises Cisneros destacó “esto es un ejemplo de cómo la gestión logra establecer un diálogo”: alianzas entre los gobiernos estatales y municipales y los individuos.
Finalmente, Minerva Solano, directora del Instituto Municipal de Cultura Culiacán, destacó que el solo hecho de poner el tema sobre la mesa, convoca a la corresponsabilidad, la cultura no es un fin en sí misma, sino resultado de nuestra capacidad de congregarnos, de darnos sentido, de vivir en paz y con bienestar.
“Queremos estar mejor, tener una mejor vida para nosotros y las nuevas generaciones, lo tenemos que construir juntos, todos sumarnos a la responsabilidad y contribuir: que hagamos juntos el mejor trabajo para el desarrollo social y cultural de nuestra comunidad”.