Dentro del ciclo de conferencias: Presencia en Sinaloa de los Académicos pertenecientes a la Coordinación de la Investigación Científica de la UNAM 2020, el martes 25 de febrero del presente año, la doctora. Sara Luz Morales Lázaro disertó la conferencia: Estudio de los blancos moleculares del dolor, en el auditorio “Dr. Julio Ibarra Urrea” de la Universidad Autónoma de Occidente, Unidad Regional Culiacán. En el evento estuvieron presentes alumnos de la carrera de Biomedicina y Nutrición, así como representantes de la institución educativa; por parte de El Colegio de Sinaloa, el Coordinador de Vinculación Académica, José Carlos Barajas.
En su conferencia, Sara Luz Morales Lázaro explicó cómo se origina el dolor desde el sistema nervioso humano, detalló que el dolor no necesariamente se manifiesta por algún padecimiento o enfermedad, pues dijo que estas sensaciones se producen desde las proteínas TRPV1 (Receptor de potencial transitorio V1) las cuales funcionan como canales catiónicos no selectivos, dependientes de ligandos. La investigadora señaló que los TRPV1 se encuentran en el sistema nervioso central y en el sistema nervioso periférico, y están involucrados en la transmisión y modulación del dolor, así como en la integración de diversos estímulos dolorosos, que pueden ser químicos o por causas naturales.
Al adentrarse en el tema, la doctora Morales Lázaro comentó que existen sustancias que activan estas proteínas pero que al mismo tiempo pueden inhibirlas, mismas que se utilizan como medicamentos para minimizar el dolor o hacerlo desaparecer por completo. Tal es el caso de la capzasina: “Hay muchos productos de farmacia que tienen capzasina, y aunque suena muy contradictorio se usa para contrarrestar los efectos del dolor por inflamación. ¿Cómo funciona esto? Bueno, como ya lo había explicado antes, las proteínas de los TRPV1 tienen conductos que se abren y se cierran a ciertas moléculas con carga positiva o negativa, en este caso la capzasina funciona como un agente conductor de dolor, pero la peculiaridad de esto es que si se aplica en grandes cantidades puede dejar de dilatar y mantenerse cerrada, lo cual produce la sensación de bienestar”, subrayó la especialista.
Ante esto, la investigadora nivel 3 de la UNAM comentó que parte de su trabajo es estudiar otras sustancias que eliminen el dolor sin tener efectos secundarios, ya que, en el caso de la capzasina si se aplica de manera crónica puede llegar a causar la muerte de células que perciben el dolor imposibilitando la acción de percibir cualquier sensación de dolor, frío o calor. Por último, reveló que en la actualidad su equipo de investigación se ha centrado en el estudio del ácido oleico, el cual destacó se encuentra tan cotidianamente en el aceite de oliva, así como entre otros productos. Manifestó que hasta el momento no se sabe si esta sustancia natural pueda llegar a tener reacciones secundarias a lo largo de su aplicación, es por eso que señaló a los jóvenes estudiantes, la importancia de que ellos tomen como líneas de investigación estos blancos moleculares del dolor.