Axolote Azul inició como un proyecto escolar en la Universidad de Veracruz. Enya Denisse Flores Ortega, su creadora, cursaba la carrera de Artes Visuales a la vez que empezó a realizar productos hechos a mano, grabados con ilustraciones propias. Llamó a su empresa Enden Ortega.
Al cabo de un año, Enya tenía una cartera de clientes y vendía ocasionalmente en mercados y bazares en Xalapa. Sentía que necesitaba un nombre más apropiado, que le permitiera crear una marca que fuera fácil de reconocer, así que su empresa evolucionó gracias a la filantropía.
“Empecé a investigar sobre los axolotes y me gustaron mucho. Son una especie endémica de Xochimilco, me gustó su apariencia física y su capacidad de regeneración. Hice productos con grabados de axolotes y parte de las ganancias las donaba a campañas para evitar su extinción” explica. Al decidir el cambio de nombre se decidió por su animal y color favoritos, entonces nació Axolote Azul.
La nueva marca migró a Mazatlán junto con Flores Ortega. A pesar de establecerse unos días antes de iniciar la contingencia actual, la fórmula de productos hechos a mano con grabados ha tenido buena aceptación.
Axolote Azul ofrece la posibilidad de personalizar el grabado de sus productos. La ilustración hecha a mano por la artista es un valor agregado de cada pieza.
Eco-friendly
Los productos de Axolote Azul son amigables con la naturaleza. Adopta técnicas de grabado sustentable, sin utilizar químicos para limpiar y con menos residuos.
Talleres
Ubicada cerca de Plaza Machado, en el centro de Mazatlán, el taller de Axolote Azul impartirá cursos de encuadernación japonesa, acuarela, origami y grabado. Síguela en instagram para más informes.