Las principales tendencias están enfocadas a los avances tecnológicos e integración, a la aplicación de tecnologías verdes y construcción modular y prefabricada, a la sustentabilidad y mejora del equipo de seguridad.
La tecnología móvil, los drones, el monitoreo de información de construcción, la realidad virtual, la impresión en 3D y la inteligencia artificial, son ejemplos de las tecnologías aplicadas en construcción que contribuyen en diferentes procesos.
Realidad virtual (VR), realidad aumentada (AR) y realidad mixta (MR)
Estas tecnologías ya están teniendo un gran impacto en muchos sectores de todo el mundo, y la industria de la construcción no es una excepción. Los edificios se vuelven cada vez más complejos, y estas tecnologías están ayudando a los arquitectos y equipos de construcción a mejorar los diseños y detectar errores de planteamiento.
Hasta el momento, los arquitectos y los equipos de diseño mejoran enormemente el diseño del edificio a través del diseño interactivo y la interfaz de reconocimiento gestual. 2020 está listo para la influencia de esta tecnología en la industria y expandirse aún más.
Construcción modular y prefabricada
Tras unas décadas de olvido, los prefabricados han regresado en los últimos años. Un ensamblaje in situ más rápido y construcciones estandarizadas de mayor calidad es para algunos la solución para abordar las crisis de vivienda en todo el mundo.
Los avances en el diseño y la edificación de alta tecnología significan que se puede fabricar un número cada vez mayor de componentes fuera del sitio. Eso significa que los edificios pueden construirse de manera más rápida y silenciosa, con menos desperdicio de materiales, una perspectiva atractiva.
Sosteniblidad
Desde hace varias décadas, las normativas del sector han puesto cada vez más esfuerzo en el diseño de la edificación para reducir su impacto ambiental y sostenibilidad. Esta es una tendencia que se volverá más estricta en años posteriores.
La eficiencia energética optimizada y el impulso de emisiones de carbono bajo cero han impulsado la innovación en la construcción de edificios y el diseño durante años. En consecuencia, se están desarrollando nuevos materiales de mejor rendimiento térmico que prometen hacer que los edificios del futuro estén increíblemente bien aislados a menor coste que las soluciones actuales.
Disminuir los desperdicios o reciclar materiales viejos es otra área donde la sostenibilidad está ayudando a impulsar la innovación en la industria de la construcción.
Impresiones 3D
La impresión en concreto funciona en base de una extrusión controlada de cemento a base de mortero, que es posicionado de manera precisa a través de información computacional. El proceso tiene un potencial considerable en arquitectura, ya que se pueden crear formas únicas sin la necesidad de materiales solidos, utilizando los recursos de manera más eficiente que con las técnicas tradicionales.
Las unidades que se generan pueden ser hechas a medida dependiendo de los requerimientos específicos del diseño, teniendo un grado alto de potencial de personalización.
El rango de posibilidades que da esta nueva tecnología pareciera ser ilimitado si consideramos la capacidad que tiene esta investigación de optimizar el tiempo y los esfuerzos en la construcción de edificios, solo a partir de la creación de piezas prefabricadas a través de la impresión 3D en concreto.
Robótica
La Robótica también está protagonizando una aplicación impresionante en este campo. Un informe del Foro Económico Mundial auguraba al 2020 como el año del robot en la industria de la construcción.
Desde albañiles robóticos hasta tendidos de carreteras, los robots encuentran cada vez más su lugar entre la fuerza laboral en los sitios de construcción.
Esto es interesante ya que tradicionalmente la industria de la construcción ha visto muy poca automatización, confiando en gran medida en la mano de obra. Al agregar robots a la mano de obra, las compañías de construcción están mejorando los tiempos de construcción y obteniendo mayor calidad de las construcciones.
Los robots también se están utilizando para ayudar a demoler edificios. Aunque actualmente son más lentos que los equipos de demolición humana, lo cierto es que son mucho más seguros y más baratos para derribar estructuras al final de su ciclo de vida. Los robots también se están diseñando para ayudar con el mantenimiento de ciertos edificios, como la limpieza de ventanas.