Durante los últimos cuatro años hemos sembrado mucho, pero hemos cosechado más, platica Max Hach Ávila, al comparar la agricultura con su modelo de negocio. “Sembramos en tiempo, capital y relaciones. Cosechamos en clientes, en nuevas alianzas comerciales y en expansión”, explica.
El director general de Biogold habla así de la empresa de agroinsumos que a cinco años de su fundación, tiene presencia en nueve estados y alianzas estratégicas con compañías de ocho países.
Crecimiento orgánico
El crecimiento de la compañía ha sido un ciclo recursivo durante los últimos dos años. Hach Ávila revela que el ofrecer servicios y productos innovadores les permitió tener una cartera de clientes recurrentes que se volvieron fieles a la marca.
Al aumentar su portafolio de productos, ofrecían ventajas competitivas a sus consumidores, incrementando sus ventas, por lo que surgía la necesidad de abrir nuevas sucursales, con ellas consolidaban el flujo de ingresos con nuevos mercados.
El ciclo continuó, fue orgánico, comenta el director.
El mismo mercado marcaba el rumbo a seguir, lo que necesitaba y dónde abrir nuevos puntos de venta, lo que a la postre dejó una empresa firme con una cartera de clientes que abarca desde el productor más chico hasta las compañías grandes.
“Empezamos a cosechar los frutos de nuestro esfuerzo y se ve reflejado en todas las personas que colaboramos en Biogold”
Max Hach Ávila
Director General de Biogold
Servicios de calidad
Para Hach Ávila la calidad de servicio fue fundamental. La asesoría técnica calificada fue el complemento de productos de última generación y tecnología de vanguardia que ponen al alcance del agricultor.
“Capacitamos constantemente a nuestro personal, mismo que ofrece asesoría gratuita a los clientes. Los colaboradores conocen las tendencias y soluciones que se necesitan para maximizar el rendimiento de producción, y con ello, las ganancias del agricultor”, explica.
Tendencias
El catálogo de productos que ofrece Biogold se ha enriquecido en variedad de soluciones. Entre sus nuevas unidades de negocio destacan productos de Protección Orgánica y Nutrición Líquida con Nanotecnología (Partículas de tamaño nanométrico). Los nombres quizá sorprendan por su complejidad, pero conforman el vocabulario de uso común en Biogold.
Es precisamente el campo de novedades el siguiente tema a tratar. Hach Ávila avisora un aumento de demanda para productos orgánicos, tras la reactivación económica.
La tendencia es una ventaja para el país, asegura. “Los países consumidores de los productos alimentarios siempre han exigido un nivel de inocuidad muy alto a los productores extranjeros, esto es lo que ha llevado al productor mexicano a destacar sobre otros países”.
Orgullo de equipo
Hach sabe que el éxito habla bien de su gestión. Las decisiones han sido precisas para el Ingeniero Industrial, graduado del Tecnológico de Monterrey con especialidad en Agroindustrias, pero el logro que más lo enorgullece es su equipo de trabajo, “el llevar a nuestra gente a un nivel de clase mundial, con preparación profesional y un sustento para sus familias” explica.
“Ya tenemos dos años y medio creciendo sólidamente en toda la región del Pacífico, con presencia en el Norte del país. Empezamos a cosechar los frutos de nuestro esfuerzo y se ve reflejado en todas las personas que colaboramos en Biogold. Con orgullo portamos la camiseta porque no fue fácil destacar en un mercado tan competido, ni en los tiempos que nos tocaron”, finaliza.
Cambia estrategia
Hace dos años, en octubre de 2018, entrevistamos por primera vez a Max Hach. En esa edición exponía que su meta a largo plazo era tener presencia en todo el país. Hoy la meta continúa vigente, pero la estrategia es diferente, “ha cambiado en cuanto a enfoque”, aclara.
Cumplimos las metas y rebasamos expectativas, sin embargo, nos hemos dado cuenta que “primero tenemos que conocer el mercado, atender sus necesidades nos revela la inversión necesaria, por lo que la respuesta sería que ahora la estrategia es el crecimiento natural”.