Desde hace ocho años, la empresa de origen sinaloense Wholesum adoptó el comercio justo, el cual busca dotar de equidad a toda su cadena de suministro: jornaleros, administración, corporativo y clientes. Su finalidad, que todos se beneficien con su actividad agrícola sustentable.
Y aunque al principio, en palabras de su Chief Commercial Officer, Ricardo Crisantes, se aceptó a entrar al comercio justo con cierta incertidumbre, ya que abarcaba cambios en la manera de operar, invertir en infraestructura y cambiar en procesos de recursos humanos, políticas y entrenamientos, lo único que se buscaba era un trato justo entre jornaleros, productores y clientes. Y para sorpresa del directivo, quienes sostienen el modelo de comercio justo son clientes que tienen estándares más altos, buscan la mejor calidad y que aunque son más exigentes, son empresas líderes nacionalmente.
“Desde que se empezó el programa, los jornaleros son quienes democráticamente eligen cómo invertir los fondos que se les devuelve en ventas de producto certificado por comercio justo. Ya todos aprendimos que si nos alineamos entre jornaleros, retail, productores y clientes existen grandes recompensas para todos”, indica.
Empoderamiento ahora significa para Wholesum, tras aprender y vivir el comercio justo, lograr apoyar a los hijos de los jornaleros, servicios de alimentación sana y brindarles confianza y seguridad en sus viviendas. Pero sobre todo, que las personas pueden determinar sus soluciones, se comprometen y que a la agrícola solo les toca apoyarlos.
Nueva normalidad
En estos años, el modelo ha significado para Wholesum beneficios para sus operaciones y para sus trabajadores. Lo que los ha llevado a convertirse en el eslabón entre un consumidor consciente y llevar beneficios a los jornaleros. Todos estos aprendizajes los prepararon para superar los escollos por el COVID-19.
Si con la pandemia se habló de un empuje de cinco años en el uso de tecnología, en cuestión de hábitos de consumo de alimentos orgánicos el cambio fue mayor, quizá de hasta diez años, recalca el directivo. Y para seguir estando vigente, en lo que tuvieron que estar pendientes fue al mercado y a sus cambios.
“En nuestras previsiones no veíamos cercano el tema de compras en línea para nuestro mercado, notábamos resistencia a modificar el hábito de consumo. Y hoy tenemos más demanda, la gente prefiere productos orgánicos, certificados, proveniente de empresas que practiquen responsabilidad social y comercio justo. Y todos estos elementos, los tiene al alcance con la tecnología, con reparto a domicilio en cuestión de horas”, finaliza.