Aunque Laura Luna Villarreal no era originaria de Hermosillo, Sonora, llegó a vivir hace años a la ciudad. La coincidencia y el amor a la gastronomía hizo que conociera a Paulina Herrera Pérez.
El destino hizo que formaran una sociedad a la que llamaron Honoré Panadería y aunque las dos tenían experiencia con el manejo de un restaurante, Laura Luna con la administración de una escuela gastronómica y Paulina Herrera con la creación de repostería, las socias buscaban crear un concepto único y regresar a la tradición del café con pan.
Honoré Panadería busca volver al pan tradicional y la idea es que el consumidor vea el trabajo real tras la preparación de la panadería. Diferenciándose de la competencia por el proceso artesanal con que trabajan y con la calidez con lo que reciben a sus clientes en su negocio.