La bioeconomía nace del impulso por los cambios en el consumo y de los mercados hacia un modelo integral de desarrollo para la sostenibilidad ambiental, económica y social, que a la par exige nuevos patrones en cada uno de estos ámbitos.
La cual invita a transitar hacia una nueva economía que promueva el uso de la biomasa (recursos renovables derivados de material vegetal o animal) y la incorporación del conocimiento, la ciencia y la tecnología. Con la finalidad de generar productos más sostenibles de uso alimentario, industrial, farmacéutico, agrícola, entre otros, así como la producción, el procesamiento y la reutilización de la biomasa, que involucra diversos sectores económicos (agricultura, ganadería, pesca, entre otros) y diversas industrias (alimenticia, química, farmacéutica, entre otras), y que, por lo tanto, contribuye al desarrollo económico en muchas áreas de actividad.
Codesin
Para el Consejo para el Desarrollo Económico de Sinaloa (Codesin), la bioeconomía es un plan de trabajo que se puede adaptar para sumar la entidad a las nuevas tendencias de desarrollo económico.
Aunque por el momento el modelo se encuentra en construcción, la directora general de Codesin ,Thania Karina Parra y Parra, recalca que es importantes para ellos situarse y partir de dos cuestiones: ¿dónde se encuentran? y ¿hacia dónde quieren llegar?
La directora explica que están iniciando con la fase de análisis de factibilidad con dos programas piloto en empresas sinaloenses para desarrollar proyectos en áreas de bioeconomía, nutracéuticos y valor agregado.
De lo que ya están partiendo, indica la directora de Codesin, es del reconocimiento de las capacidades con las que cuentan. Principalmente de la producción de biomasa que se encuentra en el estado, de las capacidades instaladas en la generación de la aplicación de los procesos biológicos y del contar con 289 investigadores y 19 instituciones con diversas infraestructuras.
“Es una oportunidad para el sector empresarial de apostarle a sectores de alto valor agregado y para el estado de apostarle a empleos de alta especialidad”
Thania Karina Parra y Parra
Directora general de Codesin
Modelos institucionales
Buscando convertirla en una política pública para Sinaloa en el sector primario, la bioeconomía es una oportunidad para el sector empresarial de apostarle a sectores de alto valor agregado y para el estado de apostarle a empleos de alta especialidad y contar con mejores empresas. Aunque conlleva riesgos, los resultados van encaminando a una mayor ganancia y mejores resultados a futuro, expone.
Para Thania Karina Parra y Parra es importante que Sinaloa le apueste a la bioeconomía, por lo que exhorta a gobierno, empresa, sociedad civil y academia a trabajar juntos en el desarrollo de la estrategia.
Renovando oportunidades
La bioeconomía es un modelo económico basado en la producción de recursos biológicos renovables y la conversión de estos recursos en productos con valor añadido, como bioproductos, bioenergía y servicios.
Surge como respuesta a los retos medioambientales y sociales actuales para garantizar el suministro y reparto justo de los alimentos, mitigar los efectos del cambio climático y reducir la utilización de combustibles fósiles. Además, permite generar oportunidades para el desarrollo económico y el empleo.
Diagrama bioeconomía
La bioeconomía pretende promover el uso de recursos biomásicos (renovables) para sustituir a los recursos basados en combustibles fósiles al objeto de lograr productos más sostenibles. De esta forma, se contribuye a la sostenibilidad de la economía en general y se involucra a una multitud de industrias y servicios en este nuevo modelo económico.
La biomasa ha sido tradicionalmente empleada como fertilizante o para la obtención de energía a partir de pellets o de biogás. Actualmente, es necesario impulsar el aprovechamiento en cascada de dicha biomasa pudiendo obtener productos de mayor valor añadido tales como antioxidantes, proteínas o pigmentos y en último término proceder a la combustión de la biomasa para fines energéticos.