Aquí se cuenta la historia de un hombre que ha abrazado la honestidad, la congruencia y la sencillez como los valores más preciados, de una persona que defiende la vida y que aquello que más disfruta es vivir en familia, de un hombre que ha puesto manos a la obra para mejorar el destino de mujeres y niños.
Se presenta el camino andado de quien ha dejado de lado los intereses particulares para hacer prevalecer el bien común, de un hombre que siguiendo su vocación, se convirtió en un empresario. Y una vez convertido en hombre de negocios, ha promovido la internacionalización de las empresas y se encargó, en un trabajo colectivo, de que el sector cárnico del país cambiara su perfil, hasta convertirse en lo que hoy es: un exportador de carne con altos estándares de calidad. Es la historia de Juan Ley Zevada.
Como miembro de una de las familias más apreciadas de la región, Ley Zevada cree en el trabajo honesto y constante. Lo define como un asidero que brinda estabilidad emocional y económica. También es un convencido de que el crecimiento colectivo redunda en el crecimiento personal, no al revés. “No creo en el crecimiento personal a costa de terceros, ni en el personal antes que el de los demás. Porque eso, a la larga, puede ser adverso y cobrar la factura”.
Filantropía
Cree también en la vida y en la familia, de las cuales es un defensor, manifestándolo de diversas maneras. Una de ellas ha sido la vía institucional. A propósito de ello, él y su esposa, Martha Méndez de Ley, fueron los fundadores de Vida y Familia IAP (Vifac) Culiacán. Se trata de una asociación civil donde juntos honran la vida, brindando oportunidades de un mejor futuro a las mujeres embarazadas que se encuentran en estado de vulnerabilidad, a través de un modelo de atención integral.
Respecto a este organismo, Ley Zevada platica: “mi esposa y yo tuvimos la fortuna de conocer un organismo que está por todo el país, Vifac, cuyos propósitos nos llamaron mucho la atención porque ayuda a las mujeres embarazadas vulnerables a tener un plan de vida, y eso les cambia el panorama completamente.
Nos impactó el beneficio que puede brindar no solamente a nivel personal, sino en el entorno, de manera que decidimos abrir la sede en Sinaloa, hace ya quince años. Ahí seguimos y, de hecho, somos presidentes fundadores”.
Aclara que no está buscando cargos nobiliarios, ya que “como título eso no es importante. Para nosotros ha resultado muy gratificante ver cómo cambian las mujeres, cómo salen. La mejora es muy notoria para ellas y sus hijos. Ese ha sido, en realidad, lo que nos ha mantenido ahí, no los cargos”.
Juan Ley reitera que su esposa y él se involucraron en dicho organismo por el único interés de ayudar, porque les interesa el bienestar de los demás, “porque podemos aportar algo, queremos ayudar a transformar vidas y mientras podamos seguir aportando, ahí vamos a estar”.
Ver a la familia como prioridad es una de las enseñanzas de vida que le ha brindado su padre, don Álvaro Ley López, tal como lo explica: “La importancia de la familia me la inculcó mi padre, de las muchas cosas que me enseñó es que todo gira alrededor de la familia y todo tiene valor en torno a la familia. Si no es eso, deja de tener valor y sentido, deja de ser interesante en lo personal”. Para Juan Ley Zevada la familia es el eje central, la tiene como prioridad de su vida y, también, es de las cosas que más disfruta.
Faceta de empresario
Además de tener un perfil altruista y ser un hombre de familia, Juan Ley Zevada también es un hombre de negocios, y en torno a sus inicios en el mundo empresarial, rememora: “Egresé como profesionista y una de las cosas que más entiendo es el sector de alimentos, entonces me planteé desarrollarme en este rubro. Sinaloa tiene una vocación productora de alimentos, así lo entendí desde un principio, de manera que lo que hice es seguir esa vocación. Toda mi trayectoria profesional, independientemente del área, he estado involucrado en el sector alimentos”.
Juan Ley Zevada tiene una trayectoria empresarial de casi 30 años, caracterizada por buscar el crecimiento de su sector y de sus empresas, así como trabajar en equipo. Sobre este último aspecto, expone: “Disfruto mucho trabajar. Yo veo al trabajo como una extensión de la familia, tus compañeros pasan a formar una familia también. Entonces, el poder contribuir y aportar para el crecimiento de la familia, en este caso laboral, es una de las cosas que disfruto mucho.
Cuando no estás contribuyendo, cuando no estás aportando, cuando no estás generando algo en beneficio de todos, se torna aburrido. El poder aportar algo y poder generar un crecimiento, para mí es muy gratificante”.
El trabajo en equipo lo promueve tanto al interior de sus empresas, donde se considera un trabajador más, manejándose con un bajo perfil y sin protagonismos, como en el sector económico al que pertenece. De hecho, indica que vincularse con sus pares ha sido muy importante en su vida empresarial.
Justamente esa filosofía de aportar y de sumar esfuerzos lo ha llevado a involucrarse en organismos y organizaciones gremiales, donde busca aportar para que crezcan todos.
Como presidente de la Asociación de Exportadores de Carne de Res fue uno de los principales impulsores de cambiar el perfil del país como productor de carne de res. “En un inicio ni siquiera se ubicaba a México como productor de carne de res, mucho menos un productor de calidad.
Sin embargo, con el trabajo que hemos estado haciendo como gremio empiezan a identificar a México como un país con un gran potencial de abastecimiento de carne de alta calidad. Eso habla definitivamente que hemos estado haciendo las cosas bien en México, que estamos aportando, que estamos brindando soluciones de cómo alimentar al mundo”.
En el tiempo que lleva como hombre de negocios, Ley Zevada ha aprendido que “las crisis son inevitables, muchas veces no dependen de uno, de manera que he aprendido que cuando hay tiempos buenos no puedes echar campanas al vuelo, no puedes desbocar en los gastos.
Tienes que tener cierto grado de prudencia, debes prepararte porque todo tiene ciclos, los tiempos buenos se acaban y los malos, también. He aprendido que el trabajo constante finalmente es lo que sale a flote, es lo que te saca adelante”.
Juan Ley Zevada
Director general de Industrias Guacamaya, Corrales Santa Cecilia, Porcicultores del Humaya, Productos Cárnicos Santa Cecilia y es parte del consejo de FAPSA y Asociados.
Miembro del Consejo Mexicano de la Carne, presidente de la Asociación Mexicana de Exportadores de Carne de Res, consejero ciudadano de Codesin y consejero de BBVA.
¿Qué ha cambiado en Juan Ley Zevada desde que inició en los negocios a la actualidad?
Quiero pensar que he tenido más experiencia, que a su vez te brinda cierta sensibilidad para anticipar, percibir ciertas situaciones de una manera más natural. Por otro lado, quisiera opinar que de fondo no ha cambiado nada, sigo siendo el mismo, con las mismas ganas, el mismo anhelo, las mismas convicciones que cuando empecé.
¿Qué satisfacciones le ha dado su vida empresarial?
Por un lado, que el tener una convicción y cierta disciplina va dando resultados. Por el otro, ir buscando el cómo corregir, hacer cambios importantes y el hecho de que con el tiempo las acciones que se tomaron van dando resultados, ha sido muy gratificante.
Asimismo, el hecho de que tus compañeros , y con ello no me refiero a compañeros de trabajo, sino a compañeros del sector, de alguna manera te dan su voto de confianza para que trabajes a favor del sector. Ese voto de confianza genera mucho compromiso y también habla de la estima que has cosechado y del prestigio que estás generando a nivel familiar y laboral.
Lo que su padre le enseñó:
Mi padre me ha dado muchísimas enseñanzas, la conciencia del trabajo honesto que a la larga da resultados, el convencimiento que ayudar al crecimiento de los demás trae inherente un crecimiento propio y más que nada la convicción de que todo es por la familia, para la familia y a través de la familia. Es lo que siempre aprendí, que siempre vi en él y del cual estoy agradecido.