¿QuIén es Roberto Encinas Ripa? Primero que nada, ¿por qué te dicen el “Bobyy” Encinas?, o lo podemos poner también ¿“el Baby”?
Pues mi padre era Roberto Encinas segundo; un servidor, tercero; y mi hijo, cuarto, ya que somos cuatro Roberto Encinas. Y simplemente me dicen así para diferenciarme de mi padre y de mi hijo. Solo mis tías abuelas me decían Roberto. El resto del mundo me conoce como “el baby” y a mi hijo curiosamente le dicen “el mini baby”.
¿En qué actividades participan juntos?
Andamos en moto, nos encanta, corrimos muchos años La Baja, 18 años para ser exacto, él estuvo como ocho de esos años corriendo conmigo. También fue el primer corredor de 16 años en ganar una parte de La Baja hasta La Paz; entonces quedó inscrito en alguno de los libros como el más joven en lograrlo. También andamos en bicicleta todos los días. Hemos llevado una magnífica amistad, más que de padre e hijo, de amigos.
Yo tuve la oportunidad de ser el mejor amigo de mi padre, desafortunadamente él desarrolló cáncer y murió muy joven, a los 52 años. Pero me jacto de que en ese momento fuimos los mejores amigos de ida y de vuelta. Y curiosamente, lo más importante que me dejó de legado, más que trabajo, fue la manera de poderme llevar con los demás y de capitalizarlo como uno de los valores más importantes: la amistad, dentro de la familia y fuera de ella.
¿Cómo te haces cónsul de Canadá y por qué de ese país?
Fue algo que logré gracias a mi padre. Mi padre era muy amigo del cónsul de Estados Unidos, jugaban frontón todos los días en el Campestre, se hicieron muy amigos. De hecho, ahí se conocieron jugando frontenis. Meses después, cuando Canadá decide tener un cónsul en Baja California hace como 42 años, le mandan preguntar al cónsul de Estados Unidos a quién recomendaba para representar a Canadá. Recomiendan tres nombres, dos muy amigos de mi papá, curiosamente, y después de una entrevista con cada uno de ellos deciden que fuera mi padre el cónsul. Él, a los dos años de eso, desarrolla la leucemia y unos años después fallece.
Luego de este acontecimiento, fui a entregar los sellos, las llaves del Consulado y la máquina de pasaportes y una serie de cosas a la Embajada. Pero ya me conocía el embajador porque yo siempre andaba con mi papá, así era la amistad que nos unía. Me tocó recibir a dos embajadores en ese periodo aquí y posteriormente se acordó quien sería el embajador. Yo tenía 23 años, estaba muy joven, y me jaló a su oficina y me dice: ¿sabes qué? Voy a correr uno de los riesgos más grandes de mi vida, voy a proponer que tú seas el siguiente cónsul.
Le conviene a Canadá, sino vamos a tener que cambiar el nombre del contrato, el domicilio, y si te quedas, ni siquiera hay que cambiar las tarjetas porque se llaman igual. Se me quedó muy grabado lo que me dijo: “Si me llegas a fallar, de mí te vas a acordar, pero debes de hacer un buen papel”.
Como es un título honorario seré cónsul hasta los 70 años. Entonces me quedan todavía diez años si no me corren.
“El hacer el bien se te paga bien y alcanzas a reconocerlo en esta vida”.
Roberto Encinas Ripa
¿Cómo empiezas a ser empresario? ¿Por qué decides: la construcción, hotel, restaurante, el despacho, el valle, los UBER, etcétera?
Yo soy contador público y esa es mi profesión y mi modus vivendi. De ahí como. El despacho lo heredo de mi padre, nuestros clientes son gente que tenemos desde aquel entonces de que era despacho de fiscal, contable, fiscal en proceso de nóminas y administración. Y ese es mi día a día. Soy socio director de DRESA Contadores Públicos desde 1984.
Cuando me quedo al mando del despacho me doy cuenta que tengo la capacidad para desarrollar algunas otras cosas y que tengo el tiempo gracias a que mi equipo de trabajo es bastante autosuficiente. Delegué y me dieron muy buen resultado y empiezo a comprar una que otra oficina, un departamento. Y me encantan las carreras, me gusta la velocidad, entonces me meto a las carreras de carros, primero en moto, nos divertimos mucho; empezamos a correr y cuando ya lo quise hacer a nivel profesional ya por la competencia brinqué a los carros primero en la clase de 16, luego en la 12, luego en la 10, luego en la una y subimos a la máxima que no más.
¿Y tus hijos?
Mi hijo fue creciendo su negocio de agua purificada y llegó un momento en que la competencia le compró. Lo sacó del mercado porque estaba abarcando mucho. Entonces empezó con el negocio de UBER, un pequeño negocio que llevaba como 15 o 20 carros, hasta hoy que juntos administramos186 unidades.
Somos el segundo más grande de la República en renta de vehículos en Tijuana. Por otro lado, mi hija inició hace unos años con el negocio de mercadotecnia con una tienda en San Diego, que es el primer colectivo con estilo mexicano. Ambos se recibieron en Estados Unidos, uno de administración de empresas y la otra en mercadotecnia. Además, mi mujer es parte de la Fundación Castro-Limón.
Cuéntame de la dinámica familiar.
Una cosa que siempre tuvimos en casa y lo sigo teniendo yo, y espero las siguientes generaciones continúen, es al menos desayunar, comer o cenar varios días de la semana con ellos. Tener un rato donde exista una buena comunicación sin que sea de trabajo, sin que sea de apuro, ya sea el desayuno todos los domingos. A los hijos les damos libertad para que ellos estén cuando quieran, nunca forzarlos, porque entonces ya los conviertes en el monigote, o en un dependiente, o en coraje, que los quieras tener.
Valores
Se podría decir, la honestidad del nombre de mi padre me enorgullece porque él siempre se caracterizó por ser una persona muy sana, muy derecha de todo. Es difícil que alguien te hable mal de tu papá, que te diga fue un tal por cual, pero de alguna manera todos te transmiten ese cariño que tuvo. Él siempre llegaba al lugar alegre y salían alegres con él, nunca fue demasiado de faltar en la casa.
Para ti es una gran responsabilidad haber heredado el consulado, haber heredado el despacho, seguir la obra que formó tu padre y no solo seguir, sino crecer y estar, ¿cómo lo sientes? Porque mucha gente piensa que se hizo un proyecto y le dieron todo.
Fíjate que yo nunca lo sentí como una gran responsabilidad, pero pienso que inconscientemente quise seguir lo que alguien había hecho y llevarlo a otro nivel, a otro crecer. Nunca lo sentí como una gran presión porque yo quedé sin padre muy joven, a los 23 años, pero como él me preparó, pude seguir adelante.
¿Qué es para ti el éxito y tener dinero?
Muchos lo tienen pero no son buenos y no son exitosos porque tienen dinero. Pero la gente no le gusta juntarse con ellos, no se sienten a gusto. Entonces, el éxito creo que está compuesto de muchos factores, es un ajedrez completo, y si te falta una de las piezas ya no fue un éxito para ti.