Con una inversión total de casi 2 mil millones de pesos, 65 por ciento privada y 35 por ciento pública, se construye actualmente en Mazatlán el que será el acuario más importante de América Latina.
Este tamaño de inversión hace que sea este el mayor proyecto turístico en construcción en México y lo convierte también en un ejemplo de asociación público-privada que puede servir como modelo para el desarrollo de otros megaproyectos en el país.
El Acuario Mazatlán, y el Parque Central que lo alberga, es, primero que todo, producto del empuje de un empresario que ha demostrado de sobra su amor por su ciudad. Se trata de Ernesto Coppel Kelly, fundador y presidente de Grupo Pueblo Bonito Golf & Spa Resorts, además de nuevo “tiburón” en la serie Shark Tank.
El empresario mazatleco también es filántropo, historiador, cantante y escritor. Un personaje multifacético, que con su grupo Pueblo Bonito elevó desde el principio la calidad de la oferta hotelera en Mazatlán y luego en Los Cabos.
Coppel Kelly supo convocar y convencer a otros empresarios a que invirtieran y se comprometieran primero con el proyecto del Parque Central. Para ello trabajó de la mano con Guillermo Zerecero Velo, Director de Proyecta Network, quien coordinó esa titánica labor, a la que se sumó después la conceptualización y edificación del nuevo Acuario Mazatlán.
Para encabezar la administración y operación del Acuario se contrató a un empresario sinaloense, Rafael Lizárraga Favela, ex Secretario de Turismo del estado, quien desde hace poco más de un año dirige el proyecto, con cinco áreas a su cargo: Administración y Finanzas, Comercial y Relaciones Públicas, Legal, Órgano de Control y Sistema de Gestión.
De acuerdo a Lizárraga Favela, el Acuario Mazatlán tendrá la misión de conectar a la sociedad con el océano, inspirando y motivando a los visitantes, y provocando en ellos un cambio de actitud hacia el entorno en que vivimos.
“Buscamos que la sociedad al salir del nuevo acuario sea más consciente y se reconozca como parte de un entorno natural”, puntualiza.
“El nuevo acuario incrementará el atractivo y competitividad de Mazatlán como destino turístico; es ya una herramienta de promoción para los prestadores de servicios turísticos y pronto será una realidad que generará beneficios a muchos eslabones de la cadena de servicios turísticos”, detalla.
Adelanta que el Acuario trabaja ya en la integración de la comunidad científica, además de realizar alianzas estratégicas en beneficio de la conservación, constituyéndose en una herramienta de formación y educación en el respeto a los océanos y al medio ambiente.
“El nuevo Acuario es una muestra de lo que será el Mazatlán del futuro”, subraya.