Por muchos años, hablar sobre el emprendimiento infantil era inusual y por tanto no se enseñaba en las escuelas. Respecto a este tema consultamos a dos expertas en el ramo de la educación, Ma. del Rosario González Paredes, fundadora del Instituto Jean Piaget y Marisol Rodríguez Pérez, coordinadora operativa de Proeduca Sinaloa IAP.
Exponen que hasta hace pocos años se ha vuelto un pilar fundamental el promover el emprendimiento desde las escuelas, y se ha considerado incluso un método educativo innovador que da respuesta a la necesidad de formar personas con capacidades para brindar soluciones a las demandas actuales.
“El espíritu emprendedor es cuando se actúa sobre las oportunidades y las ideas y las transforma en valor para los demás. El valor que se crea puede ser económico, cultural o social”. Fundación Danesa para Emprendedores, Moberg et al., 2012
Perspectiva educativa
“El emprendimiento se potenciazaliza en la educación y hace que los niños y niñas puedan ver desde diferentes perspectivas y desarrollen diferentes habilidades. Emprender no solo es cuestión empresarial, va desde proyectos escolares, de casa, entre otros. Es crear, innovar, explorar”, comparte Marisol Rodríguez Pérez.
Por tanto, emprender no se refiere solamente a poner un negocio, sino a “iniciar algo”, desde cualquier ámbito, cuya finalidad es crear valor.
Se trata de que el niño innove, haga cosas nuevas, explore y crea en él mismo, que puede hacer realidad sus sueños y alcanzar sus metas en cualquier momento de su vida.
Entonces, ¿cómo empezar a aplicar desde las escuelas y el entorno familiar el emprendimiento en los niños?
Al respecto, Ma. del Rosario González Paredes señala que “en Jean Piaget les enseñamos dos habilidades que les brindan ventajas competitivas y que son necesarias en cualquier emprendimiento, la comunicación y las matemáticas. Es muy importante que los niños aprendan a exponer, a comunicar sus ideas, que además es la primera imagen. Y las matemáticas no solo se requiere en ventas, sino en cualquier ámbito laboral.
También enseñamos el manejo de las emociones, que los niños las identifiquen y sepan ejercer control sobre las mismas.
Involucramos a los padres para que formen mejores hábitos en los hijos, les pedimos hacer que sus hijos se sientan integrados en el hogar, haciéndose responsables de sus tareas solos, desde tender la cama, cargar su mochila, etc., eso les ayudará a conocer sus responsabilidades y en la toma de decisiones”.
Por su parte, Marisol Rodríguez comparte que “en Proeduca tenemos un programa que se llama Juguemos a Emprender, donde damos clases de emprendimiento a niños y niñas de quinto y sexto grado en 10 sesiones con ayuda de un equipo profesional multidisciplinario a escuelas públicas del estado. Dentro del programa también motivamos a los padres a involucrarse para que trabajen estos temas con sus hijos.
Cuando damos este tema vamos integrando el conocimiento de sus clases tradicionales, fomentamos el trabajo en equipo y los vamos formando como buenos ciudadanos. Nos enfocamos en desarrollar la facilidad de palabra y seguridad en sí mismos, porque los niños tienen que vender su producto al finalizar este programa, aquí se les enseña desde qué es una empresa, cómo se forma, qué se requiere para poder llevar a cabo un negocio, los tipos de producción que existen, cómo hacer la publicidad, que es donde empieza a ser más creativo, y les enseñamos cómo sacar los costos de los productos, las matemáticas es de los que más les gusta, a cuánto lo voy a vender y cuánto voy a ganar. Ellos terminan formando sus empresitas y sus equipos de colaboración en la escuela”.
Beneficios de la educación emprendedora
- Descubren sus habilidades y talentos
- Estimula su creatividad para resolver problemas
- Ayuda a desarrollar inteligencia emocional
- Aprenden a buscar soluciones diferentes
Los niños cuentan con las competencias del emprendimiento desde que nacen, no obstante, al no estimularse en su proceso de crecimiento estas se van perdiendo.