Oscar García Osuna llegó al Sistema Tecnológico de Monterrey en 1985. Primero fue profesor del área de Administración y Finanzas, y luego director de Asuntos Estudiantiles, hasta ocupar su cargo actual como director de Universidad TecMilenio Campus Mazatlán. Es Contador Público de profesión, pero desde muy joven ha realizado diversas actividades que lo han ayudado en su formación como ser humano, ya sea en las aulas o en la organización de eventos culturales, y bajo esa premisa empezó a crear el concepto de un líder diferente.
Es coach ontológico, estudioso del bienestar óptimo del ser humano y creador del programa “Time To Feel”, que en Facebook cuenta con más de 3 millones de personas alcanzadas. Es también un convencido de que la buena educación es la que va a transformar a este país, visión con la que ha desarrollado su trabajo en estas más de tres décadas dentro del Sistema Tecnológico de Monterrey.
“Como director de Campus Mazatlán de TecMilenio me ha tocado diseñar, junto con un grupo de gente, todo lo que es el nuevo modelo educativo; amo el contacto con el alumno, con el padre de familia, con el empresario, pero hoy ya con 30 años dentro de Sistema Tecnológico de Monterrey también estoy ayudando a la universidad en otro tipo de cuestiones, estoy en el Instituto de Ciencias preparando gente, diseñando el programa de Máster en Inteligencia Emocional, también estoy en el programa de coaches del sistema, soy un apasionado de la enseñanza y aquí encontré el sitio ideal para hacerlo”, indica García Osuna.
Dejar huella en cada uno de los estudiantes que pasan por las aulas de TecMilenio y trascender a través de la formación de los jóvenes es parte de su misión de vida.
“Todos los días me levanto agradeciendo la oportunidad de poder tener en mis decisiones el formar a generaciones más sanas emocionalmente, mejor preparadas para enfrentar un mundo cada vez más complejo, ambiguo y frágil. Y es que de qué sirven esos niños de 10 cuando no tienen autoestima, autoconfianza y autocontrol. Cada uno de ellos son diferentes y al final lo que buscamos es que con sus fortalezas y sus oportunidades, ellos aprendan a vivir”, subraya García Osuna.
A los jóvenes que llegan a la institución educativa les aconseja que primero se conozcan, se reconozcan y luego se acepten y abracen lo que sienten, para de ahí, sin miedo, construir y desarrollar las habilidades y herramientas que les servirán en su futuro.
“Hay una gran necesidad de que la educación se vuelva positiva y dentro de esto, sobre todo en estos tiempos, está la inclusión, aprender a aceptar que somos diferentes, aprender a convivir en las diferencias, que en comunidad y sumando diferencias, podemos ser infinitamente mejores seres humanos y vivir con mayor tranquilidad, paz y armonía este camino que tenemos”, considera Oscar García Osuna.