En Baja California Sur se encuentran regiones muy importantes de minerales no metálicos y de gran potencial para su aprovechamiento, como sal marina, yeso y fosforita.
El Plan Estatal de Desarrollo 2021-2027 precisa que los principales yacimientos de sal se ubican en Guerrero Negro, Mulegé; yeso en la isla San Marcos y Santa Rosalía; y la fosforita en San Juan de la Costa, La Paz.
No obstante, también cuenta con otros minerales aprovechados por la industria extractiva como el cobre catódico, cobalto metálico y sulfato de zinc.
Un estudio de la Secretaría de Economía del 2021 denominado “Panorama Minero de Baja California Sur”, edición 2021, detalla que Baja California Sur ocupó el primer lugar a nivel nacional en 2020 en la explotación de sal con 6,462,195 toneladas al año; yeso con 2,775,542; y fosforita con 225,028; aunque también incluye en el reporte los agregados pétreos con 48,544,177; arena con 196,361,119; y grava con 1,816,846 toneladas.
Entre los metálicos destacó la extracción de cobre con 17,084 toneladas y el zinc con 1,540 toneladas, ubicándose en las posiciones 5 y 14, respectivamente a nivel nacional.
El análisis precisa que el valor de la producción de los minerales metálicos en Baja California Sur en 2020, fue de más de 2,044 millones de pesos; en tanto que el de los no metálicos alcanzó 32 mil 467 millones de pesos.
El documento destacó que Baja California Sur es un estado rico en recursos minerales no metálicos y en menor proporción en metálicos, y por sus características geológicas se consideran 11 regiones de interés geológico minero: Guerrero Negro, Vizcaino, Laguna de San Ignacio, Santa Rosalía, Punta Concepción, San Juan de la Costa, Isla Magdalena, Tembabiche, El Triunfo-San Antonio, Paredones Amarillos-La Trinidad, y la Sierra de San Francisco.