Disfrutar un viaje implica recorrer tantos destinos turísticos como sea posible, pero hay ocasiones en que la popularidad de un lugar no necesariamente lo convierte en una parada que valga la pena.
Por el contrario, hay ocasiones en que estos lugares resultan decepcionantes y caóticos para los visitantes, es decir, se convierten en trampas turísticas.
Un reciente estudio de Preply enlistó los destinos más estresantes para los viajeros.
Esta investigación ha considerado las reseñas que viajeros han hecho sobre más de 80 destinos que, pese a su popularidad, acabaron siendo “decepcionantes” o “sobrevalorados”, entre otros aspectos negativos. A continuación el listado.
- Times Square, Nueva York
Uno de los mayores referentes de Nueva York es también una de las mayores decepciones para los viajeros.
De acuerdo con el estudio, más de mil 700 reseñas lo encuentran decepcionante, caótico, abrumador y sucio. La bulliciosa plaza, famosa por el Ball Drop de año nuevo, está flanqueada por tiendas, pantallas que nunca se apegan y miles de turistas intentando tomar una de las fotos más clichés lo convierten en uno de esos destinos que es suficiente visitar una vez para tener la experiencia de su agitada escena. - Checkpoint Charlie, Berlín
Los turistas que pisan este antiguo punto de control entre lo que alguna vez fue Berlín del Este y Berlín del Oeste reconocen el valor histórico del sitio.
Sin embargo, hay quienes lo encuentran bastante decepcionante por su pequeño tamaño y las hordas de turistas que suele atraer.
En realidad, se trata de una pequeña cabina de madera por la que se regulaba el paso de personal autorizado para transitar entre una capital dividida. Ya sea que eres de los que solo buscan ostentar una foto para Instagram o de los que valoran genuinamente la historia universal, una visita valdrá la pena. De no ser así, Berlín tiene otras alternativas menos concurridas para acercarse a su historia. - Torre Eiffel, París
La construcción más emblemática de Gustave Eiffel es uno de los grandes referentes la Ciudad de la Luz, pero igualmente es decepcionante de acuerdo con más de mil 400 reseñas que la catalogan como una trampa debido a las largas filas y cientos de turistas que suelen plagar sus inmediaciones. Aunque subir ofrece vistas magníficas de la ciudad, las conglomeraciones que genera resultan muy frustrantes para los visitantes.
“Tienes que hacer cola antes incluso de llegar a la cola para el ascensor y luego hay otra cola más para llegar a la cima”, advierte una de las reseñas. - La Sirenita, Copenhague
Miles de turistas viajan anualmente hasta Dinamarca solo para echar un vistazo a esta famosa estatua de una sirena sentada sobre una roca.
La obra de cobre está inspirada en el famoso cuento de Hans Christian Andersen y desde que se inauguró en 1913 se ha convertido en un ícono del país nórdico.
Pese a que tiene el mar de fondo que forma una bella postal, más de mil viajeros la han encontrado decepcionante por su tamaño pequeño y otros la encuentran sobrevalorada. - Las Ramblas, Barcelona
Este corredor peatonal en el corazón de esta ciudad española es celebrado por su carácter vibrante y con una gran oferta de restaurantes, bares y todo para disfrutar de una tarde ideal. Sin embargo, forma parte de los primeros cinco destinos sobrevalorados, ya que 1200 reseñas lo calificaron negativamente.
De acuerdo con el sitio de Preply, quienes recorrieron Las Ramblas dicen que es más abrumador y agobiante, además de inseguro.
“Si decides que vale la pena visitarlo, asegúrate de mantenerte seguro”, advierte el sitio. - Manneken Pis, Bruselas
Tiene apenas 65 centímetros de altura, pero esta estatua de bronce de un niño orinando es la protagonista de una fuente que se ha convertido en uno de los principales monumentos de Bruselas.
El escultor Jérôme Duquesnoy la elaboró y se colocó en la actual fuente en 1618 o 1619. Sin embargo, el robo de la escultura original en 1960 y su eventual recuperación, contribuyeron a darle fama y convertirla en un imán para los turistas, que suelen saturar la pequeña fuente que resulta decepcionante. - Blue Lagoon, Islandia
Islandia es un lugar que impresiona a cualquiera debido a su exuberante naturaleza que regala postales únicas, pero eso no evita que cuente con destinos turísticos que pueden resultan abrumadores para los visitantes.
Uno de ellos es Laguna Azul, un balneario de aguas termales que atrae a miles de turistas al año que resultan decepcionados al toparse con tanta gente en estas aguas ricas en silicio.
Si bien el lugar resulta un espectáculo visual, la cantidad de personas que recibe resulta estresante. - Paseo de la Fama, Hollywood
Por años fue uno de los destinos por excelencia para quienes visitaban Los Ángeles, sin embargo, el Paseo de la Fama ha perdido mucho del glam que alguna vez le rodeó y eso le ha valido un lugar en el listado de los destinos turísticos más decepcionantes en el estudio de Preply.
En redes sociales hay miles de videos con las impresiones negativas de turistas que lo visitan y que terminan decepcionados, con quejas comunes como las calles sucias, ruidosas y lo poco impresionante que resulta este corredor con huellas de famosos. - London Eye, Reino Unido
La gigantesca rueda que promete vistas únicas e impresionantes de Londres se ha establecido como parada obligada para quienes visitan este país.
Sin embargo, su popularidad no ha evitado que más de mil encuestados la catalogaran como una trampa para turistas.
Y no es para menos, pues se calcula que unos 3.5 millones de visitantes van a ella anualmente, lo que se traduce en aglomeraciones, largas filas y bastante estrés para quienes desean ocupar una de sus cabinas. - Guinness Storehouse, Dublin
Se trata de un recorrido por los procesos de fabricación de una de las cervezas más conocidas a nivel mundial.
A lo largo de varios pisos esta atracción pretende introducir a los visitantes por todos los secretos que han posicionado a esta marca, sin embargo, muchos de sus visitantes aseguran que es una de esas cosas que se solo valen la pena visitar una vez en la vida.
Hay quienes incluso sugieren mejor optar por visitar alguna de las fábricas locales de Dublin para tener una experiencia mucho más cercana a los procesos de fabricación tradicionales de la cerveza.