Todos los países del mundo mantienen reservas de oro como un respaldo tangible de la moneda nacional, lo que fortalece la confianza en la estabilidad económica, especialmente durante tiempos de incertidumbre financiera. Además, este metal permite diversificar los activos del país, lo que reduce la dependencia de otras monedas o instrumentos financieros y ayuda a mitigar los riesgos de fluctuaciones en los mercados internacionales.
También se considera un refugio seguro frente a la inflación y la devaluación de la moneda, protegiendo así el poder adquisitivo y la estabilidad económica. Las naciones de Latinoamérica tienen bajas reservas de oro si se comparan con algunos de los países más relevantes a nivel económico en el mundo.
En 2024, Venezuela se posicionó como la nación latinoamericana con la mayor cantidad de oro almacenado, alcanzando un total de 161 toneladas custodiadas por el Banco Central de Venezuela (BCV), de acuerdo con la información proporcionada por Trading Economics (TE) y dada a conocer el 26 de febrero.
Estas reservas de oro juegan un papel crucial en la economía de Venezuela, funcionando como un resguardo ante la inestabilidad de su moneda y las constantes dificultades financieras que enfrenta el país.
Una porción significativa de estos recursos proviene del Arco Minero del Orinoco, un extenso territorio con una gran riqueza mineral que se extiende por más de 111 mil km². Áreas como El Callao y las proximidades del río Cuyuní son reconocidas por la excelente calidad del oro que se extrae, lo que le otorga a Venezuela una posición privilegiada en el ámbito regional.
A continuación, el top 10 de países de Latinoamérica con mayores reservas de oro:
- Venezuela: 161 toneladas
- Brasil: 130 toneladas
- México: 120 toneladas
- Argentina: 61,74 toneladas
- Bolivia: 34,79 toneladas
- Perú: 34,67 toneladas
- Ecuador: 26,28 toneladas
- Paraguay: 8,19 toneladas
- Guatemala: 6,89 toneladas
- Colombia: 4,68 toneladas