Leira Farming es un emprendimiento de agricultura vertical que hoy abastece con hasta 15 kilos semanales de microgreens a una red creciente de restaurantes en Baja California.
El fundador de Leira Farming, Javier Torrado Diéguez, ingeniero en redes informáticas, originario de España y autodidacta en hidroponía, nunca imaginó que su afición por cultivar chiles y tomates en Irlanda lo llevaría a replantear los modelos de producción agrícola en la región.
Tras mudarse a Ensenada con su esposa, barista de profesión que colabora en un restaurante de la ciudad, vio la necesidad de contar con insumos frescos y sostenibles llevándolo a escalar sus experimentos caseros hacia un sistema aeropónico controlado y automatizado.
“Lo que iniciamos con 300 gramos a la semana para el restaurante, hoy alcanza los 15 kilos semanales en un sistema de 10 estantes de cuatro niveles cada uno”, explica Javier Torrado, quien diseñó y programó en su totalidad el sistema de riego y monitoreo en operación. El modelo permite una producción constante y controlada, con un uso eficiente del espacio urbano y un enfoque centrado en la reducción del consumo hídrico.
Tecnología al servicio del campo
En Leira Farming, cada ciclo de riego, temperatura y humedad es administrado por microcontroladores como Arduino, apoyados en sensores que vigilan la presión de las bombas, el nivel y pH del agua, incluso el funcionamiento de los deshumidificadores. Estos últimos, además de mantener condiciones óptimas, permiten recuperar hasta el 80% del agua consumida semanalmente, haciendo del sistema uno de los más sostenibles de su tipo.
“El 95% del agua que usamos se reutiliza. Si pensamos que hasta el 40% del agua agrícola se pierde en sistemas tradicionales por escurrimiento o evaporación, nuestro enfoque representa un cambio radical”, detalla el fundador de Leira Farming.
Hacia el mercado regional
Leira se enfoca actualmente en clientes directos en Ensenada y distribución en Rosarito y Mexicali mediante alianzas logísticas. La empresa, sin embargo, ya proyecta su crecimiento hacia cultivos de mayor volumen como lechuga, kale y hierbas aromáticas.
“Queremos escalar, pero sin perder el control sobre la calidad. No se trata solo de crecer, sino de hacerlo bien. Nuestro producto dura hasta siete días en refrigeración, frente a los dos o tres del mercado. Esa diferencia viene de cuidar cada etapa”, subraya.
También, Javier Torrado es consciente de los retos que enfrenta la agricultura mexicana, especialmente en el noroeste del país, donde el estrés hídrico y la erosión del suelo se intensifican. “Lo que falta es tecnificación. Necesitamos optimizar agua, espacio y tiempo”, asegura.
Por ahora, Leira sigue operando desde el corazón urbano de Ensenada con la intención de vincularse a programas de innovación agrícola en los próximos años.
“Estamos en una etapa temprana, pero nuestra dirección está clara: sostenibilidad, automatización y servicio. Desde ahí, creceremos”, comparte.