La floristería Corazón de Violeta es pionera en Sinaloa por introducir un concepto moderno, creativo y con identidad propia. Lejos de las tradicionales cajas grandes con rosas, desde su apertura en febrero de 2009 en Culiacán, la empresa trajo una propuesta fresca, personalizada y con bases exclusivas difíciles de encontrar en otras tiendas locales.
“Siempre, desde que se creó, que mi socio Horacio Gastelum hizo un plan de negocios para mediano y largo plazo tener más tiendas y ser la mejor florería de México. Siempre lo tuvimos ahí”
Raúl Rojo, gerente operativo del Grupo Corazón de Violeta
Una boutique que se convirtió en franquicia
La visión de crecimiento estuvo presente desde el inicio. El paso hacia el modelo de franquicia ocurrió a raíz de una solicitud para abrir una tienda en Querétaro, lo que detonó la profesionalización del negocio: se contrató a un despacho especializado, se estandarizaron procesos y se estructuró un sistema replicable.
La primera franquicia se abrió en Querétaro en 2015. Hoy tienen presencia en ciudades como Mazatlán, Los Mochis, Tijuana, Guadalajara, Uruapan y Playa del Carmen. La meta del grupo es clara: alcanzar 30 sucursales para el año 2030.
Estructura y operación del modelo
La estructura del grupo se divide en dos grandes etapas. La primera, a cargo de Humberto Gastélum, se encarga de la prospección, venta y capacitación. Posteriormente, Raúl Julián Rojo Aguirre y su equipo se ocupan del acompañamiento operativo durante la vigencia del contrato.
La expansión ha sido gradual, enfocándose en mercados con afinidad cultural y estética al norte del país.
“Nuestra publicidad siempre se ha enfocado más hacia el norte. Creemos que es un mercado que puede responder más fácil y también ser competitivo”, señala Raúl Rojo.
Calidad y fidelidad a la marca
Uno de los retos más importantes ha sido mantener la esencia del negocio. Las franquicias no solo deben replicar el estilo visual de los arreglos, sino también cuidar la experiencia del cliente y mantenerse en constante evolución.
La tienda matriz en Culiacán funge como un laboratorio creativo donde se desarrollan catálogos, se prueban nuevos insumos y se realiza capacitación constante.
“Aquí suceden muchas cosas. Desde hacer catálogos, capacitaciones, probar bases, productos e insumos. Y más por el compromiso que tenemos con ellos”, señala el gerente operativo.
El contrato incluye cinco auditorías presenciales durante los primeros tres años. Además, cada tienda debe subir diariamente fotografías de sus diseños a una plataforma interna para su revisión y retroalimentación desde Culiacán.
“Respetar nuestro concepto ha sido lo más importante. Que la gente diga: ‘ese arreglo es de Corazón de Violeta’”, enfatiza.
Franquicias con sentido humano
A lo largo de los años, el grupo ha comprendido que no se trata solo de vender franquicias, sino de encontrar a las personas adecuadas para operar el modelo.
“No se trata solo de vender una franquicia, sino de identificar a las personas que realmente encajan con nuestro modelo de negocio y valores”, afirma Raú Rojo.
Uno de los requisitos clave es que el franquiciatario viva en la ciudad donde abrirá su tienda y participe directamente en la operación diaria.
“Es muy operativo. Sí es bonito trabajar con flores, pero no es fácil. Tiene que ser alguien que quiera trabajar”, advierte.
Tecnología y comunicación centralizada
Corazón de Violeta ha desarrollado un sistema propio que permite controlar inventarios, ventas y atención al cliente. Asimismo, todas las redes sociales de las sucursales se gestionan desde Culiacán, para asegurar una imagen coherente con la marca.
“Aquí recibes acompañamiento, asesoría, atención de parte del personal. Por eso no hemos implementado inteligencia artificial en WhatsApp. Es algo muy emocional, queremos que siga percibiéndose ese trato humano”, detalla el gerente operativo.
Capacitación y comunidad
El soporte también incluye encuentros anuales de capacitación para todos los franquiciatarios. Este año, el evento se realizará en Guadalajara y contará con talleres técnicos, así como sesiones con especialistas en áreas como fiscal, marketing y recursos humanos.
Una marca con impacto
Desde sus inicios, Corazón de Violeta ha transformado el mercado Floral en Culiacán. La mezcla de texturas, colores y estilos diferentes junto con un concepto floral comercial, hoy forman para de un estándar replicado en todo el país.
Actualmente, las tres sucursales generan alrededor de 50 empleos, y el grupo busca seguir fortaleciendo esa cadena de valor.
“Siempre buscamos ser pioneros en lo que hacemos”, asegura Raúl Rojo.
Una filosofía que florece
Hoy, cualquier emprendedor interesado puede iniciar el proceso de adquisición de franquicia a través de su página web o redes sociales. El camino está bien definido, pero requiere compromiso.
“Si tú quieres resultados a medias, dedícale la mitad del tiempo; si le dedicas el tiempo completo a tu negocio, los resultados van a ser mejores”, concluye el gerente operativo.
Esa es, quizás, la esencia que ha hecho florecer a Corazón de Violeta en un mercado tan competitivo como el de las flores.