Las personas son más propensas a tener momentos repentinos de claridad para resolver problemas si pueden alcanzar una fase más profunda del sueño durante una siesta.
Segú publicó la revista PLOS Biology, las personas que alcanzaron este sueño más profundo durante una siesta de 20 minutos eran más propensas a encontrar un truco para hacer que una tarea de resolución de problemas fuera más fácil de completar.
El investigador principal, Nicolas Schuck, señala que los resultados de este estudio destacan cómo un pequeño periodo de sueño puede promover conexiones mentales importantes, lo que podría cambiar la comprensión de los procesos cognitivos durante el descanso.
“Es realmente intrigante que un corto periodo de sueño pueda ayudar a los humanos a establecer conexiones que no veían antes”, afirmó.
La siguiente gran pregunta es por qué sucede esto. Para el estudio, el cual fue difundido por Infobae, los investigadores pidieron a 90 participantes que rastrearan una serie de puntos a través de una pantalla.
A las personas se les dieron instrucciones básicas sobre cómo realizar la tarea, pero los investigadores dejaron de lado un truco que lo haría más fácil. Después de realizar la tarea cuatro veces, los participantes tomaron una siesta de 20 minutos mientras un electroencefalograma rastreaba su sueño. Después de su siesta, alrededor del 71 por ciento de los participantes descubrieron el truco que facilitaría la tarea.
El estudio, que involucró a 90 participantes, revela que dormir solo 20 minutos puede ser suficiente para desbloquear la creatividad, con un notable aumento en la capacidad para descubrir soluciones a problemas complejos tras el descanso.
Casi un 86 por ciento de los que entraron en un sueño más profundo en la etapa 2 durante su siesta experimentaron este momento, en comparación con el 56 por ciento de los que permanecieron despiertos y el 64 por ciento de los que cayeron en la etapa 1 de sueño ligero, muestran los resultados.
Inspiración
Los patrones de EEG también mostraron que una pendiente espectral más pronunciada, una medida relacionada con un sueño más profundo, también se asoció con la inspiración repentina.
“La pendiente espectral del EEG solo se ha considerado recientemente como un factor en los procesos cognitivos durante el sueño”, explicó la investigadora Anika Löwe.
Las investigaciones futuras deberán profundizar en cómo las redes cerebrales funcionan durante el sueño profundo y cómo esto influye en la capacidad de encontrar soluciones a problemas complejos de manera más eficiente.
“Creo que muchos de nosotros hemos tenido la experiencia subjetiva de darnos cuenta de cosas importantes después de una siesta corta. Es realmente bueno no solo tener datos sobre eso, sino también una primera dirección de qué procesos están detrás de este fenómeno”, puntualizó.