Nació y creció en un entorno agrícola. Estudió y se graduó como ingeniero en sistemas, buscando opciones de desarrollo profesional diferentes a aquellos que le antecedieron en su familia; pero el ciclo de la vida nunca se equivoca. Y es así que Jorge Antonio Rosas Estavillo regresó al mundo del agro, ahora como director de Agronegocios de HSBC.
Comparte que sus funciones consisten en crear ventanas de oportunidad para los productores agrícolas, industriales y exportadores a través de estructuras de financiamiento. Puntualiza que como institución financiera atienden los segmentos de la banca empresarial, la corporativa, las subsidiarias extranjeras y las empresas mexicanas grandes en el extranjero. “Somos un banco para un nicho muy importante, como es el exportador”.
Asegura que son una opción altamente recomendable para los exportadores porque “somos mundiales: el 87 por ciento de los flujos mundiales es de nuestro banco, tenemos 3 mil 900 oficinas, estamos en 64 países y disponemos de 40 millones de clientes. Disponemos de una ventaja competitiva muy relevante. Nuestra infraestructura te permite disponer a ti como exportador de una oficina de HSBC en prácticamente todas partes, con tu mismo número de cliente, con una cuenta que esté en todos lados para facilitar transferencias, etcétera”.
Aliado del agro
Jorge Antonio Rosas Estavillo señala que en cuanto al agribusiness, “tenemos 28 oficinas de agronegocios y vamos especializándonos de acuerdo a la zona. Atendemos al primario, el agroindustrial, el que transforma, procesa y distribuye. Manejamos mucho el apoyo a la empresa, para que a su vez apoye a sus proveedores, a los agricultores, a la industria, ganadería, pesca, a los sectores productivos.
Platica que como institución bancaria tienen objetivos precisos en cada zona. “En Sinaloa queremos levantar el sector de las hortalizas y en Baja California Sur impulsaremos sobre todo a la pesca”, aunado a que seguirán muy de la mano con los agricultores en general, con los productores de carne y con los agroindustriales.
Asimismo, destacó que Agronegocios HSBC tendrá una participación protagónica en otras zonas del país, como la creación del Gran Bajío, que abarca los estados de Michoacán, San Luis Potosí, Guanajuato y Querétaro.
“Queremos ser un banco que esté posicionado en el noroeste del país en el tema agroindustrial; estamos trabajando fuerte en ello para que nos vean como la mejor opción en el sector”
Jorge Antonio Rosas Estavillo
Director de Agronegocios de HSBC
El agro, hoy
Rosas Estavillo sabe que el agro, como la mayoría de las actividades esenciales, presenta retos y desafíos importantes, basado en la cadena de suministros; “el mayor de ellos es el incremento de los precios. Estamos observando una inflación generalizada de los productos del sector agroalimentario, no solo en México, sino a nivel global. Países que tradicionalmente se encontraban con economías estables, hoy han iniciado un alza en sus niveles de inflación. Lo anterior viene como consecuencia de varios factores; algunos fueron heredados por la pandemia, como son los temas de dificultad logística, climáticos, como las sequías que se presentaron en Sudamérica y geopolíticos”, explica.
Sostiene también que el “agro ha probado ser un sector muy resiliente y lo hemos visto en estos últimos años. Un dato relevante es que el sector primario en México creció alrededor del 2% el año pasado, y este crecimiento es real y no únicamente una recuperación de lo perdido durante la pandemia como ocurrió en otros sectores. La principal fortaleza del sector agroalimentario en México es el sector exportador, ya que nos hemos convertido en un importante proveedor para el mundo. Actualmente las exportaciones del sector son la segunda fuente más importante de divisas después de las remesas, incluso más importante que las exportaciones petroleras.
En nuestra región, las exportaciones de carne de cerdo, las hortalizas, las berries y la uva de mesa se han convertido en productos de referencia a nivel nacional. En el entorno nacional hemos logrado posicionar el aguacate, el agave, los granos, los pimientos y otros productos como orgullo mexicano”.
¿Cuál es el siguiente paso que tiene que dar la agricultura de México, hacia dónde tiene que ir en materia de diversificación, tecnificación, mercados, logística?
Hemos visto éxito en las empresas del sector agroalimentario que se integran tanto vertical como horizontalmente. El participar en varios nodos de la cadena les permite incrementar su rentabilidad a través de agregar valor a sus productos. También permite mitigar, en cierta medida, los impactos que se generan en el exterior al tener una mejor planeación logística, y de proveeduría de materias primas.
En HSBC tenemos la convicción de brindar el apoyo desde la actividad primaria hasta la actividad exportadora en aquellas empresas que lo llevan a cabo; buscamos ser el banco que apoya toda la cadena y pretendemos apoyarlo en todas las actividades financieras, incluyendo el financiamiento. Queremos una relación de largo plazo a través de nuestra gama de productos financieros.
Con la nueva normalidad y la reactivación en prácticamente todos los sectores, ¿qué aspectos considera que tendrán más relevancia para los agronegocios?
Debemos trabajar en reorganizar los mercados, la pandemia y el conflicto geopolítico en Europa han traído consigo una distorsión en los mercados globales que vino a romper la dinámica que tenía. Es un momento en el que la estructura del comercio exterior se está reorganizando, la pandemia fue un punto de inflexión en el modo tradicional de hacer la cosas, es tiempo de que las empresas del sector diversifiquen sus portafolios de clientes y proveedores para garantizar un flujo más dinámico a lo largo de la cadena de suministro.
Pero, sin duda alguna, el tema de sustentabilidad empieza a tener un peso relevante dentro de las empresas del sector. Los principales temas de agricultura protegida, uso eficiente del agua, transformación hacia energías limpias y renovables, instalación de paneles solares, son algunos de los conceptos que en los próximos años tomarán su lugar preponderante dentro del sector.
En la región Noroeste existen dos tipos de empresarios que ya están incorporando este concepto: los que lo hacen por convicción y quienes lo hacen por obligación. En ambos casos, quienes ganan son sus empresas y la actividad se convierte en un sector ganador.
¿Cuáles son las oportunidades que avizora para la agricultura?El sector agroalimentario aún tiene mucho potencial para desarrollarse en nuestro país. Considero que en la medida en la que se mantenga la inversión en este importante sector podremos continuar con el crecimiento que se ha observado en los últimos años.
Existen todavía mercados muy intere santes en los que podemos incrementar nuestra participación, sobre todo en Asia; sin embargo, existe retos en temas regulatorios, sanitarios, logístico, etc. que debemos sortear para tener una participación exitosa en este mercado.
Nuestra región cuenta con todo para dar ese gran paso hacia la industrialización, manejo eficiente de agua, fortalecer los canales de distribución y, sobre todo, la exportación de lo que producimos localmente. Sonora y Sinaloa son un corredor agrícola importante a nivel nacional con hortalizas y granos. Baja California cuenta con un puerto de altura que abre la posibilidad de exportar a países de Asia, y sin olvidar los excelentes vinos del Valle de Guadalupe. Y en Baja California Sur, sembrando casi 40 mil toneladas al año de diversos productos, se convierte en una región con fortaleza y potencial del país.
¿Cuáles son sus perspectivas a corto y mediano plazo en materia agrícola?
Esperamos que el sector agroalimentario se mantenga con su tendencia favorable de crecimiento, como ya mencionamos, es un sector que se adapta de manera rápida y eficiente a las situaciones del mercado. Sabemos que tenemos retos en el corto plazo que atender, pero estamos convencidos de que encontraremos la mejor manera de sobrepasar estos obstáculos.
En el mediano plazo, el sector debe trabajar en ser más eficiente en el uso de sus recursos sustentables, y no con ello significa que no lo sea, sino que tenemos la importante tarea de alimentar a una población en constante crecimiento mediante mejores precios.
Debemos apostar por la innovación tecnológica que nos permita hacer más productivo al sector sin incrementar la superficie de terreno ocupada, con un uso más eficiente del agua y minimizando el impacto.