En un estado tradicionalmente horizontal como Sonora, un empresario regiomontano-chihuahuense rompió paradigmas. Alejandro Charles Rubio, fundador de Grupo Proseco y de desarrollos como Torre Solara, es hoy uno de los principales impulsores de la vivienda vertical y de modelos innovadores de inversión inmobiliaria en el noroeste de México.
Licenciado por el Tec de Monterrey y con maestría en el IPADE, Charles Rubio aprendió desde joven en la industria maquiladora y en los negocios familiares. La primera torre de departamentos de lujo en Hermosillo que levantó en plena crisis financiera de 2008. Su apuesta por un nuevo estilo de vida urbano marcó un antes y un después en la capital sonorense.
De Monterrey al mar de Cortés
Su trayectoria empresarial comenzó mientras estudiaba, con un negocio de equipamiento integral para oficinas e industria (Grupo Proseco), hoy con más de 30 años de historia. Tras independizarse y especializarse en desarrollo inmobiliario, descubrió el potencial del noroeste, primero Puerto Peñasco y luego San Carlos, Sonora. En 2007 compró sus primeras tierras en la zona y al año siguiente se mudó con su esposa y tres hijas.
“Una noche un amigo me comenta que alguien está haciendo una torre por allá por Morelos, algo muy loco y entonces le comento que ese loco de la torre soy yo. Definitivamente estaba preocupado porque ya había amistad entre nosotros, pero cuando estábamos terminando la estructura, que era la mitad del edificio más o menos. Empezamos con Skyptic y en otra reunión me dice, oye, qué loco hay otro loco que está inventándose otra torre y les contesto, no, soy yo. Pero, ¿cómo? ¿Otra? Sí. Ah Caray.”
La crisis económica de ese año, el huracán Jimena y la influenza H1N1 retrasaron sus planes en San Carlos, pero lo impulsaron a diversificar, es entonces que nace Torre Solara, pionera en vivienda vertical en Hermosillo. El modelo rompió con la tradición horizontal y atrajo a un nuevo público.
Innovación inmobiliaria
Tras el éxito residencial, Charles Rubio detectó otra área de oportunidad, las oficinas. Así desarrolló nuevos espacios corporativos y creó esquemas de inversión con socios locales y de Monterrey.
Su propuesta el “smart ownership”, un modelo de copropiedad registrada inspirado en la optimización de activos de grandes empresarios, “Aprendí de ellos a compartir recursos, yates, aviones, helicópteros; ahora lo aplicamos a inmuebles frente al mar”. Este esquema permite a los compradores disfrutar de propiedades premium con menor inversión, diferenciándose del tradicional tiempo compartido.
Lujo frente al mar
Hoy su proyecto insignia es SISCA en San Carlos, tres torres de lujo con 175 departamentos, 16 locales comerciales y bodegas para lanchas. El complejo ofrece amenidades de primer nivel, albercas, jacuzzis, gimnasio con vista al mar, ludoteca, salón polivalente, áreas de juegos y potting greens y dos esquemas de adquisición como full ownership y smart ownership.
Además del desarrollo de propiedades, Charles Rubio lanzó Fondo Fibra Terra, con la que se pueden adquirir inmuebles ya rentados en sectores como industria médica, bancos, gimnasios y tecnología. Este modelo le permite ofrecer a los inversionistas flujos recurrentes y transparentes. También desarrolla Charma, una empresa tecnológica enfocada en apps para ventas y administración de proyectos.
Con más de tres décadas en los negocios y 15 años apostando por Sonora, Alejandro Charles Rubio ha pasado de ser “el loco de la torre” a un referente en verticalización y modelos de copropiedad en México. Su historia es la de un empresario que identifica tendencias antes que otros, se arriesga y construye sobre bases sólidas.












