Como plan para retomar actividades, por parte del gobierno se implementó un modelo denominado “La nueva normalidad”, el cual explica gráficamente con un semáforo el tiempo o etapa en la que retomará actividades cada sector. Por parte de la actividad turística, la Secretaría de Turismo en coordinación con la Secretaria de Salud, establecieron recientemente las medidas de acción.
Dichas medidas generales se aplican a todas las empresas del sector sin importar el giro; esto incluye: transporte aéreo, hoteles, destinos de sol y playa, guías de turismo, museos, transporte terrestre, restaurantes, cruceros, parque acuáticos, entre otros.
En relación al área de transporte aéreo y terrestre, la limpieza y desinfección continua de mostradores, sala de espera, pasillos, área de abordaje y sanitarios son la base para evitar contagios, al igual se deberán implementar acciones para evitar conglomeraciones, entre ellas el agilizar la atención al cliente, la documentación y el espacio entre pasajeros será algo que deberá de pensarse estratégicamente. Cabe mencionar que las indicaciones en los vehículos deberán de ser un hecho dirigidas a la tripulación en general, expresadas con claridad y de ser posible acompañadas de una ejemplificación (higiene dentro de aeronaves o autobuses, espacios de interacción, herramientas o artículos comunes entre otros).
En hoteles, las medidas de higiene para evitar contagios deberán ser implementadas en todas las áreas sin exclusión (espacios en contacto con empleados o huésped): lobby, alberca, restaurante, salones, bares, etc. Además de que el personal deberá portar cubrebocas y/o caretas de protección, seguir protocolos de limpieza y desinfección de manos y será primordial el externar indicaciones a seguir hacia el huésped antes, durante y después de su estancia.
Para los destinos turísticos en general los aspectos más importantes a tratar será la calidad del agua, educación y gestión ambiental, seguridad y otros servicios.
En conclusión, se reconoce a esto, como una crisis que afecta al turismo como ninguna en las últimas décadas; para sobrepasarla se necesita de un esfuerzo y una responsabilidad colectiva que ayuden a hacer crecer el sentido de resiliencia en el sector. Es vital adoptar un compromiso por parte de las empresas para cuidar de los huéspedes, clientes o empleados, implementando las medidas de protección y los protocolos de acción ante la detección de posibles contagios.
Con esto nacerá un nuevo turista, se conocerán nuevas conductas, comportamientos, necesidades y exigencias de los viajeros, creándose así, un nuevo perfil a estudiar, el de un turista que posiblemente opte por viajar en su propio vehículo o en un vehículo externo, pero pocas horas de camino, hospedándose en viviendas alquiladas en lugar de preferir un cuarto de hotel. Un turista más informado y por lo tanto más exigente.
Los destinos locales serán las mejores opciones para recuperar la confianza al viajar, aquí se destaca el turismo rural, que afortunadamente en México es un rubro atendido gracias al programa de pueblos mágicos, (en el caso de Sinaloa, también se tienen pueblos señoriales), esto aunado a que no se suspenden los fines de semana largos, será una brecha efectiva para reactivar los viajes regionales y nacionales.
Las disposiciones generales en relación a la nueva normalidad son:
Limpieza y desinfección de superficies y objetos de uso común.
Uso de equipo de protección personal.
Establecimiento de filtros para la detección de posible sintomatología o en su caso apoyo con información o material de desinfección.
Capacitación del personal de las empresas.