Tras un cambio en su estrategia para alinearse con los nuevos estándares ambientales y las expectativas del mercado global, Norteamérica ha incrementado su nivel de electrificación automotriz en la producción de vehículos ligeros: para 2024, la participación de los vehículos de combustión interna ha bajado al 66 por ciento.
Bajo el título “Transición a vehículos eléctricos: avances reales y brechas reales en Norteamérica”, Rodrigo Guante, analista senior de S&P Global, presentó una radiografía del progreso y los desafíos que enfrenta la región, la cual fue publicada por México Industry.
Su presentación combinó cifras clave con análisis estructural del mercado automotriz. De acuerdo con las proyecciones de S&P Global hacia 2030, el 41 por ciento de la producción de vehículos ligeros en Norteamérica continuará siendo de combustión interna, mientras que un 25 por ciento corresponderá a vehículos eléctricos de batería (BEV).
El resto se dividirá entre mild hybrids (MHEV), híbridos completos (FHEV), híbridos enchufables (PHEV) y vehículos de rango extendido (REV).
Esta diversificación tecnológica responde a múltiples factores. Entre los más determinantes se encuentran las regulaciones ambientales, como las impulsadas por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos, que proyectan una reducción del 49 por ciento en emisiones promedio de flotas entre 2027 y 2032. Estos estándares están llevando a la industria a acelerar sus procesos de transición energética.
Retos para México
Asimismo, advirtió sobre desafíos estructurales como la limitada infraestructura de carga y la volatilidad generada por los aranceles a componentes críticos, que afectan particularmente a los BEV debido al alto costo de las baterías y motores eléctricos.
En el caso de México, se estima que en 2030 un 15 por ciento de la producción nacional corresponderá a vehículos eléctricos de batería. Guante indicó que el país jugará un rol crucial en la electrificación de Norteamérica.
“Nuestro país será clave no solo en ensamblaje, sino en la diversificación de tecnologías de propulsión. Pero enfrentamos retos regulatorios, logísticos y de acceso al mercado local”, puntualizó.