México se encuentra en una fase crítica de transformación hacia la electromovilidad, impulsada por una estrategia integral del Gobierno Federal que busca posicionar al país como un nodo clave en la cadena de valor global de vehículos eléctricos.
Rodolfo Osorio, jefe de Electromovilidad en la Secretaría de Economía, señaló a medios de comunicación que México ya se está moviendo aceleradamente hacia la electromovilidad.
“Aunque inició hace algunos años, ahora toma un ritmo mucho más rápido. Es una oportunidad de cambio tecnológico, crecimiento económico y generación de empleos de calidad, todo con un fuerte compromiso hacia la sostenibilidad”, afirmó.
Hay tres factores clave que explican esta aceleración: la colaboración entre gobierno federal, estados y sector privado; la reorganización interna de la Secretaría de Economía para apoyar sectores estratégicos; y la creación del Plan México, una estrategia que impulsa el contenido nacional, la capacitación y el desarrollo tecnológico.
“Seleccionamos 20 sectores estratégicos, uno de ellos es la electromovilidad. El Plan México busca fortalecer a toda la cadena, incluyendo educación continua, formación dual y transferencia de tecnología. En este marco, el gobierno federal se enfoca en atraer inversiones que lleguen con valor agregado: transferencia de conocimiento, innovación y formación de talento”, apuntó.
El enfoque del gobierno no solo está en el ensamblaje automotriz, sino en el ecosistema completo: transporte público, infraestructura de carga, energía limpia y normativas.
“México produce alrededor de 4 millones de vehículos al año, pero el número de eléctricos aún es bajo. Queremos aumentar esa cifra. Hay cerca de un millón de autobuses contaminantes con más de 25 años de vida útil; trabajamos con los estados para impulsar su migración a unidades eléctricas, con la condición de que haya suficiente energía limpia para sostener la transición”, puntualizó.
Respecto a las normas y estándares, Osorio destacó que se trabaja en homologación con Estados Unidos y Canadá bajo el marco del T-MEC, especialmente en temas de transporte de mercancías y seguridad.
Uno de los objetivos centrales del nuevo enfoque es el desarrollo de baterías de litio en México, tanto para almacenamiento como para vehículos eléctricos. Esto permitiría elevar el contenido nacional en autos producidos localmente y abrir una nueva ventana para exportaciones hacia grandes fabricantes de Estados Unidos y Japón.
“Ya hay interés de empresas para producir baterías en el país. Desde la Secretaría estamos trabajando en una NOM específica que regule tanto baterías de almacenamiento como las de vehículos eléctricos”, detalló.