Cinema del Norte es una productora independiente que busca descentralizar y promover la producción cinematográfica en el norte de México, fundada y dirigida por José María Espinosa de los Monteros Tatto, quien nos cuenta cómo la distribución y los recursos obstaculizan el proceso de producción del documental y cómo es importante buscar que seamos los mexicanos quienes contemos nuestras propias historias. Actualmente ha finalizado su documental Te nombré en el silencio, el cual busca crear conciencia sobre la desaparición forzada y la crisis forense en México, protagonizada por el grupo de Las Rastreadoras de El Fuerte.
¿Qué busca Cinema del Norte?
La productora fue una decisión consciente de venirme a Culiacán, pues estuve 8 años en Ciudad de México aprendiendo a hacer cine. Pero vuelvo para estar de base aquí y abonar al tema de la descentralización del cine. La idea es producir en nuestro estado, con nuestros actores, en nuestra tierra, con nuestros recursos para contar nuestras historias. También habrá un lado comercial, donde se van a producir comerciales, videoclips, videos institucionales. Lo que buscamos es que no sea la Ciudad de México, Europa o Estados Unidos quienes vengan a los estados a contar nuestra historia cuando su sensibilidad no es nuestra sensibilidad. Están muy alejados de las realidades y se tiene que decir que la mayoría no hace el esfuerzo de familiarizarse con lo que se está documentando. Son como versiones turísticas de nuestras historias.
¿Cuáles son los retos a los que te enfrentas al producir, y en particular en el documental Te nombré en el silencio?
Los problemas del documental son los problemas del cine mexicano. Primero, el dinero. ¿Cómo conseguir los recursos para hacer un largometraje, fuera de todos estos apoyos fiscales como Eficine? Hay que decir que hay una ventaja de la gente de la Ciudad de México porque es una comunidad elitista. Entonces, nuestro documental Te nombré en el silencio es independiente, está fundado por el dinero de ONG`S e inversión propia. ¿Cómo contar una historia con lo mínimo?
La distribución, pues ya que tienes tu producto terminado otro problema es cómo llevarlo a las audiencias, sobre todo un documental como este, que es de impacto y muchas veces se quedan solamente en los círculos de cine, son premiados en festivales, tienen mucho prestigio dentro de la comunidad, pero no salen a las grandes audiencias y es un problema que buscamos resolver. Hicimos esta película para el público, para concientizar de lo que está pasando. Igual de importante que es hacer una película lo es el que se vea. Todo esfuerzo tiene que desembocar en algo positivo, para nosotros es la concientización, que la gente sepa la labor heroica que están realizando Las Rastreadoras de El Fuerte y todos los grupos de México.
Y en particular en este documental, nos enfrentamos a la inseguridad. Como director, es una responsabilidad gigantesca porque es un documental de alto riesgo, uno tiene que tener mucho cuidado en los procesos, en la manera de abordar los temas. Desafortunadamente, los mecanismo que tenemos en México para proteger primeramente a los periodistas es totalmente obsoleto, consta de un teléfono satelital y un botón de pánico de 2 minutos de respuesta, instrumentos que en zona serrana no ayudan.
¿Cómo la pandemia afectó Te nombre en el silencio y qué resultado obtuvieron con Kickstarter?
Estábamos a 3 semanas de terminar el documental y teníamos ciertos fondos alineados que se cayeron con la pandemia. Tuvimos que replantear e hicimos Kickstarter para recuperar los fondos que ya teníamos. Kickstarter fue una campaña de concientización y a la par para conseguir fondos, porque le estábamos dando a la gente ciertos adelantos de la película para crear interés en redes sociales y poder recuperar ese dinero.
Fue una campaña exitosa. Nuestro teaser se viralizó en Twitter. El círculo rojo (activistas, periodistas, políticos) en la Ciudad de México lo estuvo compartiendo como un tema importante de nuestro país. Se fue corriendo la voz digitalmente y superamos la meta, estábamos buscando 150 mil pesos y terminamos con 250 mil pesos, eso habla de la generosidad de la gente, pues nos ayudó a terminarla. Recibimos palabras de aliento y mensajes de apoyo que nos da una buena medición de qué va a ser el documental cuando salga.
¿Cómo tomaron la solicitud las miembros del grupo de Las Rastreadoras de El Fuerte para participar en este documental?
Fue algo muy natural. Junto con el productor Juan Pablo Espinosa de los Monteros, estábamos haciendo un cortometraje en Culiacán sobre la normalización de la violencia y dentro de este cortometraje conocimos a Mirna, miembro de este grupo, al entrevistarla a ella y otras mujeres sentí que ahí había algo mucho más urgente. Después de días, tomé la decisión de hacer un largometraje, un documental exclusivamente sobre Las Rastreadoras de El Fuerte. Mirna aceptó de inmediato. Creo que ellas también están conscientes de que mientras más gente conozca de esto el problema va a decrecer.
Mi relación con ellas fue lo más orgánico que existe. Hubo química instantánea. No las abordé como las abordaría un documentalista formal, pues ellas son mi gente y las conocí como conoces a cualquier persona, yendo a sus casas y platicando, me contaron de su vida y yo les conté de la mía, así fui generando confianza. Fue una relación de admiración y respeto hacia ellas. Fue una experiencia extraordinaria para mí y el equipo, a todos nos cambió la vida.
¿Cuáles son tus sentimientos al contribuir en visibilizar este problema social de Sinaloa?
Lo que yo estoy haciendo es amplificar su voz. Me siento contento de contribuir con mi granito de arena a esta problemática. Considero que en Culiacán siempre hemos estado rodeados de todo esto, pero mi experiencia no es la experiencia de Las Rastreadoras de El Fuerte. Sí viví en esta burbuja de indiferencia, de falta de empatía y esto me ha cambiado totalmente, me refiero a esa indiferencia a profundidad, el dolor y la situación por la que está pasando el grupo. Para mí, es un honor contar esta historia.
¿Cómo el documental ha ganado popularidad en los últimos años?
Las estadísticas nos muestran que desde hace unos 15 años hacia acá el documental ha estado ganando terreno dentro de las audiencias en general; debido también al auge de la plataformas que dan disponibilidad a las películas. Sí hay un apetito para documental dentro de México y el mundo, solamente no hemos podido llevar las películas a las audiencias por el problema de distribución. En México es importantísimo que se vea porque vivimos en un país atiborrado de problemas sociales y para mí, no hay ningún vehículo que sea más efectivo para plasmar estos problemas que el documental. Todos los elementos del cine, la imagen, el sonido, los movimientos, el color, combinados de una manera correcta pueden accesar directamente a corazón y la emoción de la gente. Dentro de las ficciones y los documentales del cine mexicano somos mucho mejores documentalistas, creo que esto también se debe a nuestras realidades que son fuertes y que México es surrealista. También tenemos grandes directores de documental que no son reconocidos como Alfonso Cuarón, Alejandro González Iñárritu, Guillermo el Toro, pero tenemos a Everardo González, a Tatiana Hueso, a Juan Carlos Rulfo que están en el mismo nivel pero en documental.
Te nombré en el silencio
En el norte de Sinaloa, ante la ausencia de las autoridades, un grupo de madres víctimas de desaparición forzada salen con picos y palas en busca de los restos de sus hijos. Esta es la historia de Las Rastreadoras de El Fuerte, que día a día salen bajo el sol abrasivo del desierto con una única misión: encontrarlos a todos.
El documental Te nombré en el silencio recientemente fue galardonado en la sección Docs In Progress, de DocsMX, con el premio Churubusco de Postproducción.
El documental estará de forma gratuita hasta el 31 de agosto. Puedes acceder a él a través de https://www.cinepolisklic.com/pelicula/te-nombre-en-el-silencio.
Perfil
José María Espinosa de los Monteros Tatto nació en Culiacán. Debutó como guionista y director con el cortometraje Whippet (Selección Oficial del Festival Internacional de Cine de Guanajuato, Miami Film Festival, Black Canvas CC y Festival del Puerto, 2016) y en 2017, dirigió su segundo cortometraje José X (Selección Oficial Macabro Film Festival, Mórbido Film Fest).