Asia rebasa a Norteamérica en compras de México: 157,026 millones de dólares contra 152,305 millones en los primeros siete meses de 2025. El eje de las importaciones mexicanas se mueve hacia el Pacífico y deja en evidencia el retroceso de los socios tradicionales de Norteamérica. Entre enero y julio de 2025, las importaciones mexicanas desde Asia subieron 11.3 por ciento.
El caso más llamativo es Taiwán, que registró un repunte anual de 94.8 por ciento. No obstante, en términos de valor absoluto, China encabeza el liderazgo con 73,708 millones de dólares.
En contraste, durante el mismo periodo, las compras mexicanas a Estados Unidos y Canadá cayeron 5.3 por ciento, un dato que refleja un rezago que se amplía frente al dinamismo asiático.
Acortan distancias
Según publicó Expansión, desde 2020 las importaciones procedentes de Asia comenzaron a acortar distancia y para 2024 la brecha ya era inocultable. Ese año, México adquirió en Asia 253,686 millones de dólares frente a los 274,477 millones que provinieron de Canadá y Estados Unidos.
Las compras a Norteamérica crecieron apenas 0.13 por ciento, las asiáticas avanzaron 12.7 por ciento, de acuerdo con datos de Banxico. El punto de quiebre llegó este 2025. En los primeros siete meses del año, las importaciones asiáticas sumaron 157,026 millones de dólares, mientras las norteamericanas se ubicaron en 152,305 millones.
Por primera vez, en cuanto al valor total, el eje del comercio exterior mexicano se inclina de manera decisiva hacia el Pacífico. El gobierno de Claudia Sheinbaum quiere revertir esa curva con el Plan México. La apuesta es sustituir una parte de las compras asiáticas con producción nacional o regional.
La Secretaría de Economía asegura que entre México, Estados Unidos y Canadá es posible reemplazar hasta 30 por ciento de lo que hoy se adquiere en Asia, sobre todo en China.
Entre las tres economías compran alrededor de 500,000 millones de dólares a la región asiática. Un reemplazo de esa proporción equivaldría a redirigir 150,000 millones hacia proveedores en Norteamérica, según los cálculos de Marcelo Ebrard.
El Secretario de Hacienda también lo plantea en términos de impacto económico. Si México sustituye tan solo 10 por ciento de los insumos importados con producción nacional, el PIB potencial podría elevarse entre 1.7 y 1.8 por ciento.
Además se crearían miles de empleos adicionales cada año, con efectos en sectores clave como la industria automotriz.
Acciones
Una de las acciones para apoyar ese cambio ya está en el Congreso y parte del Plan México. Se trata de la iniciativa de la presidenta Claudia Sheinbaum enviada al Congreso para reformar la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación.
Propone elevar aranceles a 1,463 fracciones de 19 industrias, con un valor de 52,000 millones de dólares, dirigida a países sin tratado comercial, incluidos China, Corea del Sur, India y Tailandia. El objetivo es frenar la dependencia para abrir espacio a la sustitución y la reducción del déficit comercial.
Estados Unidos y Canadá también buscan depender menos de Asia, en especial de China, y reforzar sus cadenas de valor. Para México, la oportunidad es clara. Puede ganar presencia en el mercado estadounidense, atraer inversión y subir de nivel en manufactura.











