Desde muy joven, Karina del Carmen Arámbula Castellanos aprendió los fundamentos de la costura, un arte que perfeccionó con estudios en alta costura años después. Sin embargo, la costura no fue su camino principal hasta que en la pandemia de 2020 se encontró en la necesidad de reinventarse, comenzando con la producción de cubrebocas.
Fue a través de un grupo de apoyo de costureras profesionales que Karina Arámbula descubrió los osos memoriales. Inspirada por esta idea, la emprendedora comenzó en plena Nochebuena de 2020 con una blusa personal y relleno en mano, y con una oración de por medio, el primer oso tomó forma. Este acto de fe y creatividad marcaría el inicio de Ositos Memoriales, un emprendimiento que tocaría muchas vidas.
A medida que Karina Arámbula perfeccionaba su técnica sus osos comenzaron a ganar popularidad. A pesar de la existencia de otros emprendimientos similares, sus ositos gustaban a la gente por su diseño armónico y costura únicos.
El éxito de Ositos Memoriales no solo se mide en ventas, sino en la profunda conexión emocional que estos osos crean. Cada oso, confeccionado con prendas de vestir de seres queridos, se convierte en un tesoro emocional.
“Este trabajo va de la mano con los sentimientos, la persona te confía algo de su vida, y siempre prefiere un recuerdo tangible, algo que pueden abrazar y que lleva consigo un significado profundo”
- Realiza envíos a todo México. También cuenta con gran demanda en Estados Unidos.
- Además de osos, ha expandido su oferta a otros animales de peluche: cerdito, pato, dinosaurio, changuito, entre otros.
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