Desde pequeña Elsa De La Garza vio al Country Club de Culiacán como su segunda casa. Su padre Francisco de la Garza fue uno de los pioneros del club y aparte el club fue en su niñez y adolescencia su centro de aprendizaje y su patio de ocio.
Aunque se dedicaba a ser ama de casa, Elsa De la Garza tuvo su primer pinino profesional en el restaurante. Ya que al ver una máquina de café arrumbada decidió darles un curso, pues tenía experiencia como barista. Tras ese episodio fue contratada como encargada de los desayunos.
Víctor Pablos, presidente en aquel momento del club, fue quien al ver la chispa social de Elsa de La Garza decide moverla a encargada de relaciones públicas y atención al socio. Tras once años de trayectoria en el club y tras ganarse el cariño de los socios, merecido por su calidad en el trabajo, fue elegida como directora del Country Club Culiacán.
“Uno de los principales retos que buscamos es la unión, tanto en colaboradores y externos del club. Siempre con la finalidad de que los socios se sientan como en su casa, al estar al pendiente de ellos”, finaliza Elsa de La Garza