Con la situación actual de la economía en el país y el mundo, la fluctuación entre tasas de interés, inflación, el alto costo de la canasta básica, el precio de la gasolina e insumos necesarios para la vida, la preocupación por el correcto uso del dinero aumenta entre la población que forma parte de la fuerza laboral.
Si bien, una persona inserta en el mercado laboral no puede controlar aspectos como la inflación, ni el precio de la gasolina, dado que eso corresponde a aspectos multifactoriales, sí puede tomar medidas para controlar cuánto dura y cómo emplea su ingreso, explicó la Mtra. Leticia Torres, coordinadora de las Licenciaturas Ejecutivas de CETYS Universidad, Campus Mexicali.
“La salud financiera tiene más relación con la salud física de lo que pensamos, al cuidar nuestras finanzas evitamos la preocupación y el estrés, lo cual nos lleva a un mejor estado de salud físico y mental” detalló.
Por ello, la docente compartió recomendaciones, para quienes sean los encargados de administrar las finanzas en sus hogares y que si son puestas en práctica pueden verse reflejados como un beneficio en la salud financiera:
- Identifica tus ingresos: de donde provienen y cada cuanto tiempo los tendrás, esto te dará una mejor visión de tu situación.
- Detecta tus gastos e incluye los pagos de deudas que ya tienes: qué debo pagar y cada cuánto tiempo, esto te permitirá identificar límites para futuras compras tanto de contado como a crédito.
- Analiza cuáles ingresos pueden aumentarse y qué gastos pueden ser reducidos: Toma en cuenta tus capacidades y habilidades que puedas desarrollar para generar un ingreso adicional, así como aquellos gastos que puedes evitar si lo haces tú mismo en lugar de pagar por ello.
- Busca eliminar los gastos para los que “no te alcanza”, aprende a decir “por el momento no”. En el momento tal vez te sientas frustrado, pero después te sentirás orgulloso de ti mismo.
- Identifica qué gastos puedes eliminar, aunque “te alcance” y lo ideal es que ahorres ese importe, esto te dará un respaldo generando cierta tranquilidad.
- Elabora tu presupuesto: con base a los ingresos y a los gastos determina por semana, quincena, mes, año, si al final de cada uno de esos periodos serán suficientes los ingresos para cubrir los gastos, de igual forma podrás identificar en qué periodos tendrás excedentes o faltantes y cómo cubrir unos con otros.
- Crea un fondo para contingencias: en los periodos que tienes excedente, esto te permitirá no endeudarte ante un imprevisto o por una cantidad menor.
- Evita los gastos hormiga por pequeños que estos sean si no están en tu presupuesto, estos gastos pueden arruinar tu presupuesto sin darte cuenta porque son pequeños pero constantes, al final pueden representar una cantidad mayor a la que te imaginas.
- Identifica antes de comprar si es una necesidad o un deseo, compara precios y calidad.
El cuidado de la salud financiera, evitará que gastos no previstos causen un desajuste durante el mes y podrá ser un apoyo para sobrellevar las eventualidades que surjan sin dejar de cubrir los gastos fijos de cada hogar. “Un buen estado de salud financiera genera una reducción del estrés y por lo tanto un mejor estado de salud física, mental y emocional” concluyó.