En 2008, mientras el sistema financiero global enfrentaba una de sus peores crisis, Reginaldo Torres Álvarez, entonces gestor de inversiones, detectó un patrón en los portafolios que administraba, donde la industria de la belleza mostraba una estabilidad que otras no podían replicar.
“En ese momento, balanceando portafolios de inversión, me di cuenta de que una de las industrias que no sufre ‘W’s’ marcadas nunca y que es inmune a muchas crisis, es la industria de la belleza”, recuerda.
Esa intuición lo llevó a fundar Dabalash, hoy una marca consolidada en Latinoamérica, reconocida por su producto estrella: un suero para crecimiento de pestañas, cejas y barba, patentado y elaborado en uno de los dos laboratorios cosméticos con certificación ISO en el continente.
Desde sus inicios, la empresa ha mantenido un crecimiento sostenido basado en dos pilares: excelencia en producto y firmeza en valores.
Producto único, operación sólida
Desde su origen, Dabalash se diferenció por su enfoque técnico y estructurado. Su producto está libre de sales y parabenos, suave apto para todo tipo de vello facial. Fabricado en laboratorio propio, el producto mantiene un índice de devolución inferior al 1%.
En términos comerciales, la empresa ha construido un modelo híbrido que mezcla lo mejor de una franquicia, sin cobrar regalías, y con márgenes de utilidad que van del 22 al 138%. Además, ofrece a sus aliados comerciales un paquete completo de conocimiento operativo (“know how”), desde la selección de productos hasta el acompañamiento postventa.
Pero más allá de los números, lo que distingue a Dabalash es su propósito: “Poner a Dios primero en todo. Definimos nuestros valores con los valores cristianos”. Esta filosofía se traduce en un modelo de gestión basado en objetivos claros, planes de acción detallados y evaluaciones constantes, siguiendo un proceso que la compañía denomina el ciclo del éxito.
Liderazgo con visión y fe
Lanzar una marca en un sector poco explorado por el empresariado mexicano representó una tarea compleja. Sin respaldo de un capital robusto ni infraestructura inicial, Torres enfrentó los desafíos típicos de los emprendedores emergentes: limitaciones de recursos, necesidad de involucrarse en todas las áreas operativas y ausencia de referentes en la región. Sin embargo, esa adversidad terminó definiendo su estilo de liderazgo.
“Ser emprendedor y pionero en una industria en la que México y la región no son conocidos ni expertos no es fácil. Lo he superado primero con la ayuda de Dios y enfocándome en los principios, no en las preferencias. Evitando ser empírico y siendo lo más letrado posible”.
Con el tiempo, el rol del fundador evolucionó desde un perfil operativo a uno directivo de alto nivel. Su experiencia como Chief Operating Officer (COO) en las primeras etapas del negocio moldeó su visión integral del funcionamiento empresarial. Hoy, asume con claridad las responsabilidades del Chief Executive Officer (CEO), sin perder la disposición de volver a involucrarse en el terreno operativo cuando es necesario.
“Soy un CEO que no se queda solo en el escritorio. Me gusta ‘arrastrar la pluma o ensuciarme las manos’, como se dice coloquialmente. Me considero muy metódico y analítico para planear, y muy agresivo y proactivo para ejecutar cuando el plan está claro”, detalla.
El crecimiento de Dabalash ha sido proporcional a la consolidación de su equipo, pues a diferencia de la etapa inicial donde el director debía desempeñar múltiples funciones, hoy la compañía se respalda en colaboradores que fortalecen la cadena de valor y la toma de decisiones. La delegación efectiva, la mejora continua y la creación de estructuras confiables son ahora parte de los ejes de liderazgo.
Evolución, diversificación y expansión
Tras más de 16 años de operación, Dabalash ha pasado de vender en estéticas locales a construir un ecosistema multicanal: marketplaces, e-commerce, clínicas de medicina estética y alianzas estratégicas. La pandemia de 2020 aceleró su diversificación, con el lanzamiento de nuevas máscaras (vegana y a prueba de agua) y la ampliación del portafolio a nueve SKUs.
En 2023, se estableció un área comercial directa para reactivar la fuerza de ventas, optimizar operaciones y ejecutar estrategias más agresivas. El resultado ha sido una empresa más flexible, enfocada y con metas claras a corto, mediano y largo plazo.
En sus más de 16 años de trayectoria, Dabalash ha evolucionado desde una red de distribución centrada en estéticas y pequeños comercios hacia un ecosistema multicanal que abarca cadenas comerciales, marketplaces, e-commerce propio y medicina estética.
La pandemia de 2020 marcó un punto de inflexión cuando la empresa lanzó dos nuevas máscaras, una vegana y otra a prueba de agua, y diversificó su portafolio, pasando de un solo producto a nueve SKUs a través de diferentes presentaciones y empaques. Pero el foco sigue siendo la especialización en un nicho y expansión estratégica.
En 2023, la creación del área comercial directa representó otro movimiento muy importante. “Con el éxito, también llegaron zonas de confort. Esta área ayudó a reactivar a los distribuidores y nos permitió ejecutar estrategias que antes no se realizaban”, explica Reginaldo Torres.
Ética, trazabilidad y crecimiento responsable
Dabalash cuida su red comercial con ética, respeto por la legalidad y valores compartidos son indispensables.
“No buscamos atajos fiscales ni legales. La sabiduría y la capacidad vienen de Dios, no de uno mismo”, dice Reginaldo Torres.
En cuanto a trazabilidad, el control de calidad se apoya en un CRM interno, consultores y auditores externos, además de certificaciones como ISO y ESR. Todo ello garantiza consistencia operativa, cumplimiento normativo y un estándar de excelencia en cada producto.
La cultura interna también responde a una estructura clara y disciplinada, con descripciones de puesto específicas, trabajo en equipo, seguimiento a directrices y una constante retroalimentación.
“No creemos en lo empírico. Creemos en la especialización, en la educación y en la consistencia del esfuerzo”, sostiene.
La confianza del consumidor, por su parte, se cimenta en calidad y respaldo, garantía de 90 días, producto patentado y control total sobre el proceso de producción.
El siguiente paso: internacionalización
Para 2025, Dabalash iniciará distribución en Costa Rica y República Dominicana, con planes avanzados para llegar a Panamá, la Unión Europea y Reino Unido. Este movimiento ampliará en un 50% su territorio actual de ventas.
“Seguimos siendo expertos en ese pequeño nicho, pero ahora queremos replicar este modelo en más países. Nuestro objetivo no es ser los más grandes, sino los más congruentes con nuestros principios”, afirma Reginaldo Torres.
Dabalash es una organización con fundamentos sólidos, una visión estratégica clara y una guía espiritual que trasciende los ciclos económicos.
La clave de su éxito la resume su CEO en una frase:
“No solo nos movemos, sino que avanzamos. Hacer lo correcto, muchas veces, es lo más difícil. Pero es lo que deja huella”.