El café en cápsulas es una tendencia al alza en el mercado del consumo de café en los hogares. Sin embargo, las cápsulas de café implican una compleja gestión de residuos porque además de su pequeño tamaño, suelen contener plástico, aluminio y restos orgánicos, que dificultan su proceso de reciclaje y suponen un importante impacto ambiental. A todo ello, se suma la preocupación por los residuos que amenazan los ecosistemas marinos y que se refleja en las tendencias de envase.
La empresa española Coffee Productions ha asumido el reto que supone combinar la seguridad y la calidad de sus productos en cápsulas, con una gestión más sostenible de estos residuos. Para ello, el Gerente de Coffee Productions, Alberto Forteza, ha explicado que su objetivo “es elaborar con compromiso y dedicación, una amplia gama de productos de calidad comprometidos con el entorno, ya sea en el ámbito medio ambiental o en el relacionado con la salud”.
Entre las soluciones tecnológicas para afrontar este reto están la producción de bioplásticos a partir de subproductos de alimentos, o la producción de materiales compostables y reciclables. En este sentido, el centro tecnológico AINIA, con sede central en España, ha colaborado con Coffee Productions en el desarrollo de una cápsula de café alta barrera al oxígeno, compostable y biodegradable en el mar.
Innovación para lograr cápsulas más sostenibles
En los estudios realizados para la obtención de este prototipo, la cápsula ha alcanzado una biodegradación en el mar del 30% en nueve meses, por lo que se prevé que se biodegradará completamente en un período máximo de tres años. En condiciones de compostaje industrial, este tiempo se reduce a poco más de un mes.
Según indica el director técnico de Coffee Productions, David Vila, “hemos buscado materiales sostenibles que cumplan con la doble funcionalidad de mantener la seguridad del envase, sin alterar ni la calidad, ni ninguna de las propiedades del café”.
Por su parte, Luis Gil, técnico de la línea de envase de AINIA ha añadido que “la obtención de este prototipo supone una solución tecnológica ante el reto de lograr envases más sostenibles y respetuosos con el medioambiente. Por un lado, es una cápsula industrializable que cumple con la función barrera de conservar la vida útil del café; y por otro lado, respeta los requisitos de compostabilidad y biodegradación marina”.
El prototipo desarrollado tiene entre sus componentes polihidroxialcanoato (PHA), un biopolímero producido por bacterias por fermentación del azúcar o lípidos. La aplicación más conocida de estos biopolímeros es la fabricación de botellas desechables, bolsas y otros productos de un sólo uso como pañales, servilletas, vasos y cubiertos.
Biodegradación en el mar
Para analizar la biodegradación de estas cápsulas, AINIA ha contado con la colaboración del Grupo de Polímeros y Materiales Avanzados de la Universitat Jaume I de Castellón (UJI), coordinado por el profesor Luis Cabedo, que ha analizado su descomposición en el medio marino simulado y real, y han comprobado que: “en nueve meses de inmersión marina, las cápsulas han perdido en torno al 30% de su peso, de una manera segura, lo que hace prever que desaparezcan completamente en aproximadamente tres años”.
“La sostenibilidad es un elemento que cada vez tiene mayor peso para el consumidor a la hora de decantarse por un producto u otro. En AINIA estamos trabajando en varias líneas de investigación para la producción de biopolímeros a partir de subproductos de la industria como pueden ser: restos de zumos; remolacha; residuos sólidos urbanos; restos de poda, cáscaras de frutos secos y huesos o de suero láctico de queso, entre otros”, ha explicado Luis Gil.
El proyecto COFFEECAP: “Desarrollo de una cápsula de café con propiedades barrera mejoradas”, ha sido cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) con el objetivo de promover el desarrollo tecnológico, la innovación y una investigación de calidad.