Ingeniero mecánico por la UNAM y administrador de empresas por el ITAM, Luis Fernando Otero Torregrosa situó su oficina central en Bruselas, Bélgica, desde donde se encargaba de una construcción en Arabia Saudita y al mismo tiempo estudiaba sobre el vino.
De ser un simple entusiasta por la bebida, gracias a los conocimientos adquiridos, se convirtió en un apasionado del tema.
“Me di cuenta de que, para hablar del vino, primero se tiene que entender por qué el hombre disfruta de la bebida. Así que empecé a estudiar sobre los estímulos externos físicos y químicos de su disfrute”, señala.
“El vino, aparte de darnos placer, es un negocio”
–Luis Fernando Otero Torregrosa, Presidente de Academia Mexicana del Vino, Asociación Civil
Al descubrir más cosas del mundo del vino, Otero Torregrosa empezó a realizar tareas dentro de la industria, como investigación de mitos y realidades, el negocio, la producción y el estímulo de su comercio y consumo.
Hoy, una amplia experiencia en la industria como sommelier, investigador, juez internacional, perito internacional, presidente de instituciones del vino, instructor en temas, entre otros títulos, hace de Luis Fernando Otero Torregrosa una persona de mucha influencia en el mundo del vino.