El Caprichito llegó a Culiacán para dar una opción de comida mediterránea, siendo la pizza el platillo estelar, en un ambiente relajado y con una inigualable vista a la ciudad.
La directora general y cofundadora del restaurante, Maribel Chan Dorado, cuenta que su profesión es diseño de modas y que comenzó a trabajar en Guadalajara. Trabajó también como supervisora en Moditelas.
Fue ahí cuando sintió seguridad para emprender un negocio y pensó en un restaurante, así que investigó sobre las opciones en Culiacán. Chan Dorado se asoció con el chef Daniel Soto, quien se encarga de la parte gastronómica. Actualmente, también está asociado su hermano Óliver Chan, quien apoya en los procesos y la mejora continua.
El primer Caprichito abrió sus puertas en 2013 en un pequeño local sobre el Paseo del Ángel.
Ante la necesidad de crecer, buscaron un terreno con vista a la ciudad y encontraron un lugar en Montebello. La apertura de esta sucursal les permitió ser más organizados para atender al triple de clientes del que estaban acostumbrados.